Sabrina Alba presentó el Archivo de la Memoria Trans en Cultura Zip
La iniciativa busca visibilizar las historias de vida de las personas trans y crear redes de contención.

Sabrina Alba es una reconocida activista trans de Tandil y la creadora del Archivo de la Memoria Trans local. En una charla íntima con el equipo de Cultura Zip, compartió el duro recorrido de las personas trans en la ciudad, marcado por la violencia policial, la discriminación, la falta de oportunidades laborales y las muertes prematuras, muchas de ellas producto de travesticidios o de las condiciones de vida extremas, como la prostitución forzada y la falta de acceso a la salud.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl archivo tiene como objetivo honrar a quienes ya no están y visibilizar las historias de quienes sobreviven. Surge como una iniciativa inspirada en el Archivo de la Memoria Trans de Buenos Aires, con la intención de construir memoria desde las disidencias, en un contexto de retrocesos en derechos y creciente hostilidad social e institucional.
"La idea de crear el archivo es poder recordar que vivimos tiempos muy duros y que siempre hay que seguir luchando. Tenemos que recordar, como sociedad, a las compañeras que estuvieron, que fallecieron, y también a las que sobrevivimos", expresó Sabrina. Recolectar fotografías, datos y relatos es una tarea compleja, ya que muchas de las protagonistas ya no están. "Es muy difícil conseguir fotos. Empezamos con la comisión del archivo y logramos imágenes de compañeras como Paulita, que falleció a los 43 años por un travesticidio", contó.
La esperanza de vida del colectivo travesti-trans en Argentina ronda entre los 35 y 40 años, la mitad de la media general. El contexto local en Tandil durante las décadas de 1980 y 1990 fue especialmente hostil. La represión policial se amparaba en artículos como el 68 —que prohibía la prostitución en la vía pública— y el 92, que penaba el uso de ropa no acorde al sexo asignado. Estos edictos eran utilizados para perseguir a personas trans, legitimando detenciones arbitrarias y abusos.
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"La sobrevivencia en esos tiempos era muy complicada", recordó Alba. "Nos expulsaban de nuestras casas y de las escuelas a edades muy tempranas, y muchas terminábamos en la prostitución como única opción de vida". El acceso a la salud era casi inexistente: muchas murieron por enfermedades tratables, a causa del miedo, la vergüenza o la discriminación en hospitales. “Tuvimos una compañera que fue apuñalada en una esquina de la ciudad. Murió meses después por problemas respiratorios, pero la causa se caratuló como homicidio simple. Él quedó libre. No fue considerado travesticidio”.
Sobre la situación actual, Alba advierte: “Tandil era un lugar muy hostil. Hoy no tanto, pero aún cuesta. Antes las mujeres trans se prostituían en la calle, donde recibían golpes y botellazos. Ahora no se ve tanto, pero hay compañeras que lo están volviendo a pensar”.
La exclusión del ámbito educativo y laboral sigue siendo una constante. "Nadie contrataría a una chica trans para atender un negocio o ser administrativa en una empresa. La mirada sigue siendo expulsiva, de burla. Hay un cambio cultural que todavía no se dio, como con el cupo laboral trans", afirmó.
Recordó también a Cecilia Báez, una figura destacada de la ciudad: “Fue muy famosa en Tandil, hacía vidrieras y fue una de las primeras modelos travestis que se animó a salir del circuito tradicional. Lamentablemente, falleció sola en el Hospital Regional de Mar del Plata. Entre las travestis, nos acostumbramos a normalizar la muerte”.
Dificultades actuales y retrocesos en derechos
Pese a leyes como la de Identidad de Género (2012) y la de Cupo Laboral Trans (2021), la inserción laboral sigue siendo una deuda pendiente. "El cupo se cumple muy poco. El sector privado casi no contrata personas trans. Persisten el estigma y la discriminación", denuncia Alba. Esa exclusión tiene consecuencias graves en la salud mental de muchas personas del colectivo. “Yo tuve dos o tres intentos de suicidio por esta misma temática. Muchas veces, al no encontrar trabajo, se hace muy difícil sobrellevar el día a día”.
Resiliencia y redes de contención
Frente a tantas adversidades, la comunidad travesti-trans ha desarrollado mecanismos de contención y resiliencia. “Nosotras somos sobrevivientes. Armamos nuestras propias familias entre compañeras, especialmente las mayores, que hacen de madres o tías. Eso fue crucial para poder seguir. La salida es colectiva, siempre”, reflexiona Sabrina.
El Archivo de la Memoria Trans de Tandil no solo documenta el pasado: interpela al presente, exige justicia, y proyecta un futuro donde recordar sea también un acto de resistencia.
Sobre el autor
Responsable y coordinador de redes sociales en El Eco.