La exposición a las pantallas y su impacto negativo en la visión, un problema que se agudizó con la pandemia

La llegada de la pandemia por Covid-19 trajo consigo un montón de hábitos nuevos, como las clases, reuniones y hasta festejos virtuales, que a su vez acarrean una serie de consecuencias poco favorables para las personas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDolores de cabeza, enrojecimiento en los ojos y cansancio ocular son síntomas de alerta sobre problemas de visión que se están produciendo con más frecuencia ante la prolongada exposición ante las pantallas, ya sean computadoras, tablets o teléfonos.
Ante esto, los profesionales del Instituto Oftalmológico del Centro, Edgardo Luis Spina y María de las Mercedes Torres, se refirieron a la problemática, que si bien viene en aumento desde hace ya un tiempo, con la llegada del coronavirus se ha profundizado notablemente.
Se ha conocido que cada día aumentan las apariciones de Síndrome Visual Informático (SVI), que produce fatiga ocular, ojo seco, picor, dolor de espalda y cuello y visión borrosa. Las pantallas y las luces LED ocupan un papel protagonista en la vida actual. Según adelantaron los expertos, esto sucedió principalmente en los niños y docentes, ya que las consultas se han multiplicado desde estos grupos.
Los más chicos y el dolor de cabeza
“En los niños hace unos años venimos viendo un aumento de la miopía y está directamente asociada al exceso de uso de pantallas y que estén menos tiempo al aire libre”, aseguró Torres. Esto, sumando a la cuarentena y las nuevas normalidades, se han incrementado y lo que produce en el chico –a diferencia del adulto- es que sus ojos están en crecimiento. “La principal consulta ahora es por dolores de cabeza”, indicó.
“Niños con menos de dos años no tiene que tener acceso a ninguna pantalla, a lo sumo un televisor a lo lejos, mientras que de dos a cinco años pueden exponerse una hora, de ahí en adelante un poco más, pero siempre regulado”, aconsejó la médica y recalcó que el problema es que ahora están más de ocho horas frente a la computadora.
Sin embargo, lo más importante indicó que son las horas de descanso. En medio de tanta fijación visual, recomendó salir a dar una vuelta, acordarse de parpadear, cerrar los ojos e incentivar a los más chicos a hacerlo también.
Por otro lado, los chicos tienden a acercarse mucho y eso hace que el ojo deba hacer mucho esfuerzo para ver de cerca. Aquí señaló que al mirar de lejos la vista se relaja, pero al hacerlo más de cerca “toda una serie de músculos internos y externos se contraen para poder enfocar”. “Así el ojo se fatiga, es como estar corriendo un montón de horas”, comparó.
Las luces azueles emiten consigo una radiación que serían dañinas para la retina, que se suman a los esfuerzos provocados por los reflejos, las horas y postura de exposición. En este punto, Spina sumó que es necesario prestar atención a las luces que iluminan el ambiente, evitando estar a oscuras ya que también juega en contra. “Estimula el aumento del daño y alteran sus lágrimas”, dijo.
Finalmente, con respecto a los niños, buscaron entusiasmar a los padres con cumplir con la periodicidad planteada desde la oftalmopediatría para poder prevenir ciertas afecciones a tiempo, como el estrabismo, y estas mismas que se están presentando en tiempos de vida virtual.
Relajar la vista y otros recursos
En los grandes está sucediendo lo mismo, todo se está desarrollando mediante internet, incluso variando y modificando sus actividades. Esto conlleva otro tipo de atención y cambia todo.
El típico dolor de cabeza, frontal, así como los ojos rojos o sequedad de los mismos son algunos de los signos que mencionaron. Al compás de estos nuevos hábitos también revelaron que ha avanzado la tecnología por lo que hoy las lágrimas artificiales se han adaptado a la demanda, con distintos tipos acordes a las necesidades, con más o menos liquidez, con más o menos conservantes. En este punto, desaconsejaron utilizar las de venta libre, ya que contienen descongestivos que solo esconden el síntoma.
Los médicos aseguraron que las mismas también son eficaces y aplicables en los más chicos, además agregaron que otro buen recurso es la utilización de filtros para la luz azul de las computadoras y teléfonos celulares, ya que reducen esos efectos negativos.
“En este tiempo el adulto medio es el que consultó más”, signaron, considerando precisamente que el adulto mayor todavía no ha salido y se sabrá dentro de unos meses. De todas formas, también es un grupo etario que se ha adaptado también al recurso de las computadoras y teléfonos para poder ver a su familia.
Por otro lado, señalaron que los docentes también están siendo muy perjudicados, porque están expuestos “demasiadas horas” a las pantallas, debiendo diagramar hasta las clases de educación física por ese medio, cuando era algo a lo que no estaban acostumbrados.
“No están habituados a fijar los ojos tanto tiempo”, aseguraron, así que la recomendación para los más grandes es poner al lado del dispositivo que utilicen una imagen de algo que les guste, puede ser foto da la familia, por ejemplo, así cada tanto se acuerdan de desviar la mirada hacia eso y en cierta forma dar un descanso. También se pude cerrar los ojos y mover el cuello para que se relaje la visión. “Sino no hay anteojo que valga”, expresaron.
La propuesta 20-20
Spina recomendó como práctica útil para empezar a implementar durante la exposición a cualquiera de los elementos tecnológicos antes mencionados para preservar la salud ocular.
Esta es simple y aplica tanto para grandes como chicos. Se trata de cada 20 minutos de estar con la vista fija en la pantalla, apartar la mirada o cerrar los ojos por 20 segundos. En este último caso, al bajar los párpados lo ideal sería posicionar la visión como mirando hacia el horizonte, lo que distendería aún más los músculos contraídos. Así se propiciaría de un descanso muy gratificante para poder seguir con la actividad que se esté realizando.
Qué pasa en los ojos
– La fatiga visual: es el primer efecto de la exposición prolongada a las pantallas, la fatiga visual es causada por un exceso de acomodación de los ojos que siguen se centran entre el teclado y la pantalla. En este constante esfuerzo del ojo, la distancia de lectura que se tiende a acortar (tableta, smartphone). El ojo pierde contraste. Esta incomodidad visual es a veces el preludio de una migraña.
– Cansancio, pesadez: los ojos se ponen rojos y se genera una sensación de sequedad ocular.
– Los efectos de luz azul: la luz azul-violeta de la pantalla LCD y LED tiene una longitud de onda dañina para el ojo. Sería particularmente problemática a largo plazo, el envejecimiento prematuro de la retina y el cristalino.