Continuidad pedagógica pese a la brecha digital, el desafío para garantizar el ciclo lectivo
La suspensión de clases dio lugar a nuevas alternativas y modalidades de trabajo pedagógico para mantener el vínculo entre alumno y escuela, en tiempos de pandemia. La brecha digital se reportó como uno de los grandes escollos a la hora de facilitar los contenidos.
La suspensión de clases producto de la pandemia que rige desde el 16 de marzo no tiene aún fecha de finalización definida. Es que si bien el Presidente extendió el período de cuarentena hasta el 13 de abril, es poco probable que las escuelas retomen su actividad normal inmediatamente después.
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Con la cancelación provisoria del ciclo lectivo, que sólo alcanzó a completar dos semanas tras su inicio el 2 de marzo, se puso en marcha en la provincia un programa para garantizar la continuidad de las trayectorias educativas. Esta premisa colocó a los docentes y directivos ante el desafío de implementar nuevas formas de mantener el vínculo con los alumnos durante un lapso que será mayor al previsto.
La subsecretaria de Cultura y Educación bonaerense, Claudia Bracchi, conversó vía skype con Eco Noticias y explicó que, al decidirse la suspensión, se empezó a trabajar con escenarios posibles y en ese marco cobraron especial relevancia dos cuestiones básicas: la alimentación de los chicos que asisten a los comedores escolares y la continuidad pedagógica.
Seguir vinculados
Si bien el concepto de continuidad pedagógica no es novedoso para los educadores porque es una estrategia con lo que trabajan año a año y está incluida en la planificación anual, surgieron las inquietudes acerca de cómo acompañar las trayectorias a distancia.
“Para todos los que tienen conectividad, elaboramos una plataforma virtual que continuamos estudiando con los equipos directivos de todos los niveles y modalidades, con los contenidos destinados para los estudiantes y sus familias, con orientaciones donde se abordan diferentes temáticas acorde al nivel”, detalló Bracchi.
La heterogeneidad del sistema es uno de los puntos que debieron tener en cuenta para avanzar en la diagramación de los contenidos y las tareas, debido a que cada comunidad educativa tiene sus características, su población, sus fortalezas y debilidades.
“Así como fuimos avanzando, tuvimos que resolver lo de los chicos que no tienen conectividad y se armaron cuadernillos que se están entregando en los distritos”, señaló.
Como el escenario es inédito para todos, también se va haciendo camino al andar, con la ampliación de las propuestas y la contención de las diversas situaciones que emergen.
“Es importante esta continuidad para que no se pierda el vínculo de los chicos con la escuela en este momento tan particular; que no pierdan aprendizajes y que sigamos presentes y vinculados. Si la escuela está presente, el Estado está presente”, sostuvo la funcionaria.
Por su parte, la jefa Regional de Educación, Ana Lidia Marincevic, en diálogo con el programa “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), mencionó que uno de los obstáculos a vencer es la brecha digital, es decir, el acceso a la conectividad que no es igual en todos los lugares ni para todas las personas.”Esta situación que nos tiene a todos aislados nos ha obligado a referir nuevas alternativas, en algunos casos con el uso de la tecnología, pero no todas las familias tienen conectividad, ni todos los docentes tienen un profundo manejo de las herramientas digitales”, describió.
La autoridad educativa destacó el rol del Estado a través de la escuela como institución para achicar distancias y ofrecer oportunidades, un lugar que se ha resignificado en las últimas semanas.
“No se trata de la distribución de actividades. Veremos qué resultados ha tenido el día que nos volvamos a encontrar, porque es un tiempo mucho más prolongado de lo que pensábamos. Hay espacios de intercambio abiertos entre docentes y alumnos, diferentes de acuerdo a la ubicación geográfica, de acuerdo al nivel, la conectividad. Quienes tienen teléfono con acceso a internet detentan algunas posibilidades distintas a las familias que no pueden comunicarse de ese modo”, indicó Marincevic.
Pese a que se trabaja constantemente en la supervisión y monitoreo de los contenidos, la inspectora recuperó, más allá de este contexto, el modo de pensar el acceso a la tecnología y las herramientas en la formación y carrera docente.
En este sentido, inquirió que “no se puede pensar seriamente que un instituto de formación le va a poder a dar a un estudiante en cuatro años las herramientas que va a precisar en 25 años de carrera. Hay que repensar de qué manera se actualizan los conocimientos y se continúa con la formación , y qué rol va asumir el Estado en eso”.