D’Alessandro criticó la falta de ayuda estatal al sector privado para sobrellevar la crisis
El concejal pidió flexibilidad fiscal para los pequeños comerciantes y empresarios que sostienen la economía y pagan el sueldo de sus empleados. Opinó que "el Presidente se olvidó de los que aportan y sostienen ese elefantiásico Estado”. También elogió el manejo del intendente Lunghi ante la emergencia sanitaria.
El concejal Mauricio D’Alessandro, en comunicación con el ciclo Informadísimas (ECO TV y 104.1 Tandil FM), expuso su mirada analítica sobre el singular escenario que se cierne sobre el país.
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El abogado fue muy crítico con respecto al tratamiento que se le está dando al sector privado desde el Estado. Es que hasta el momento, no se han anunciado paliativos fiscales para los comercios y pequeñas empresas que deben mantener su estructura sin generar ganancias debido al aislamiento preventivo y obligatorio.
“El presidente le dio aumento a los jubilados y beneficiarios de diferentes planes sociales, a los cuatro millones de trabajadores informales, a los cuatro millones de empleados del Estado les dio un aumento y les garantizó el sueldo, pero no les dio nada a aquellos que tienen su empresa, comercio, mercería”, graficó.
Y enfatizó: “Se olvidó de los que aportan y sostienen ese elefantiásico Estado”.
Los privados en el olvido
Pese a que el aparato estatal se sustenta con la recaudación de impuestos, afirmó que no se han anunciado medidas amigables con el sector, que aún debe seguir cumpliendo con el pago del IVA, ganancias, ingresos brutos, entre otros gravámenes.
“Va a haber desobediencia civil porque se va a tener que elegir entre pagar los impuestos o los sueldos, hay que privilegiar los sueldos de los trabajadores”, consideró. En este sentido, bregó por una moratoria de al menos noventa días para las obligaciones fiscales, que aporte oxígeno a quienes viven de la actividad privada y ven resentidos sus ingresos. De este modo, aseveró que es necesaria una moratoria y la reasignación de partidas presupuestarias para contener la emergencia. “Lo ha hecho Lunghi y lo tiene que hacer el Estado nacional”, subrayó.
Y añadió: “Hay que sacarle el zapato de encima al pequeño comerciante, el que le va a pagar los sueldos a la gente, quizás dejando de pagar obligaciones tributarias por lo que después lo van a perseguir o poniendo en riesgo su patrimonio. Hoy se merecen que el Estado los mire, si va a ver emisión para todos, que emitan para ellos también”.
Dirigiendo su mirada a Tandil señaló que, próximamente, en el seno del Concejo Deliberante van a tener que empezar a debatir qué hacer con las tasas. “La TUAE (Tasa Unificada de Actividad Económica) es proporcional a la ventas, se va a caer, obvio. Pero hay tasas que tienen que ver con la publicidad, los negocios que tienen sus mesas en las veredas. ¿Qué les vas a cobrar eso si ni han podido tener las mesas adentro?”, inquirió.
El “fracaso” del Estado de bienestar
En torno a la cuarentena decretada por el Gobierno nacional, que podría extenderse aún más allá del 31 de marzo, D’Alessandro expresó su conformidad con la medida y el manejo del Presidente. No obstante, fue ácido al evaluar la intervención estatal en esta pandemia.
“El 23 de enero Ginés González García (ministro de Salud nacional) dijo que el coronavirus no iba a llegar al país. El 12 de marzo Alberto Fernández me mando a tomar el té, que casi me quemo la faringe. Y el 20 de marzo me dicen que el coronavirus llegó, que no hay camas, respiradores; aporté 40 años y todo fue en vano”, ironizó.
“Para solucionarlo me dice que me quede en mi casa. Es la supremacía del individuo, me mandan a cuidarme a mí mismo porque el Estado fracasó de forma estrepitosa. La idea del estado de bienestar no era tan cierta no por mala voluntad sino porque es evidente lo que pasó”, detalló.
Desde su punto de vista, la cuarentena es una medida muy importante en tanto depende el individuo y la supresión de sus libertades individuales, lo que evidencia la “incapacidad” estatal para gestionar la crisis de otra manera. También cuestionó duramente las deficiencias de las políticas públicas sanitarias: “¿Para qué le damos plata? Para que tengan recursos, y cuando llega el momento no tienen nada”.
“Es una nueva forma de replantear el Estado y la realidad”, observó.
Inflación a la vista
Acerca de las consecuencias económicas que el aislamiento traerá debido al cese de actividad y producción, aseveró que habrá una gran inflación porque “va a sobrar plata y van a faltar bienes”.
El paradigma económico liberal entiende la inflación como un problema de emisión. En este momento, el Gobierno busca inyectar liquidez en el bolsillo de la gente a través de la emisión de moneda sin respaldo, lo que empujaría los precios más allá del nivel inflacionario pronosticado para el corriente año. En este sentido fue pesimista y concluyó que “nada se puede hacer frente al aumento de precios”.
“Van a faltar bienes, y si vos podés emitir papelitos de colores gratis, lo que va a pasar es eso”, explicó.
El panorama en Tandil
Consultado sobre la situación local y el manejo de la emergencia por parte del Intendente, mostró su aprobación en torno a las decisiones de Lunghi para gestionar la crisis y elogió la prioridad que siempre ha tenido la salud pública durante los mandatos del pediatra
“Me llamó cuando comenzó a adoptar medidas y me pidió colaboración en cosas simples. Ha sido muy moderado porque sé que estaba a favor de cerrar la ciudad. Pero todas las medidas han sido una buena demostración y estamos mejor que otros distritos. Lo vi muy predispuesto al diálogo”, detalló.
Si bien D’Alessandro no percibe su salario como concejal, celebró el gesto de sus pares, de los funcionarios y el mismo jefe comunal de donar una parte de sus haberes para adquirir insumos. “La gente necesita esas clase de gestos de los políticos”, señaló. Vale reseñar que su renuncia al salario como legislador, le permitió al erario municipal ahorrar alrededor de tres millones de pesos. “Si pudieron usarse para comprar barbijos, insumos, un respirador portátil, yo estoy hecho”, sentenció.