Luciano Grasso remarcó la necesidad de la integración ciudadana para evitar la estigmatización
La noticia del primer caso confirmado de coronavirus en el partido de Tandil generó una ola de comentarios en las redes sociales. Minutos después de que el Sistema Integrado de Salud Pública compartiera el parte, por WhatsApp comenzó a circular el nombre de la mujer que dio positivo, una imagen y varios audios. Muchos ciudadanos no dudaron en estigmatizarla e insultarla. Ante tal situación, el concejal Luciano Grasso, exdirector nacional de Salud Mental, se mostró preocupado y contó que es el momento de demostrar empatía y comprensión.
Luego de que se confirmara que la mujer de 57 años que había viajado a Ushuaia era el primer caso positivo de coronavirus en Tandil, a través de las redes sociales divulgaron su nombre, violando la Ley de Confidencialidad del Paciente, y comenzaron a estigmatizarla.
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Ante tal situación, Luciano Grasso, quien actualmente ocupa una banca en el Concejo Deliberante pero que supo estar al mando de la Dirección Nacional de Salud Mental, dialogó con El Eco Multimedios y señaló que le produjo tristeza observar la reacción de los ciudadanos ante la noticia del primer contagio de Covid-19 confirmado en la ciudad.
“Como ciudadano, ver algunas cosas me produjo preocupación y tristeza. Pero se puede analizar más allá de este caso particular, porque la estigmatización con problemas de salud es histórica”, refirió Grasso y agregó: “Yo vengo del campo de la salud mental, y demás está decir que los padecimientos mentales han sufrido, y siguen sufriendo, la estigmatización”.
Si bien desde el Sistema Integrado de Salud Pública habían advertido ya que se esperaba por algún caso confirmado en esta localidad, lo cierto es que la noticia alarmó a una buena parte de la sociedad que, como primera reacción, intentó averiguar el nombre de la mujer contagiada.
La velocidad y la inmediatez en la comunicación que ofrecen las redes hicieron que en pocos minutos prácticamente en todos los grupos de WhatsApp apareciera el nombre, la foto y algunos audios de la señora. Lamentablemente, si bien muchos tandilenses demostraron durante esta cuarentena el costado solidario de la comunidad, con este caso quedó en evidencia que aún hay individualismo y falta de empatía y comprensión.
Una actitud que afecta a la sociedad
Al etiquetar, discriminar y estereotipar a la paciente que contrajo el virus en un viaje por el sur de la Argentina no solamente se está afectando negativamente a ella sino que también se le está haciendo un daño a la sociedad.
Explicó el concejal de Juntos por el Cambio que esto puede generar la pérdida del lugar que cada persona tiene en la sociedad pero que, además, puede llegar a ocasionar aislamiento, que la persona oculte la enfermedad, que no se acerque a un centro de salud o que no informe de su situación a las autoridades correspondientes. “Y eso, de más está decir, podría contribuir fuertemente a la propagación del virus”, completó.
De cualquier manera, reconoció que la actitud de las personas que insultaron y agredieron a la mujer se debe a los miedos propios de la sociedad: “Es una enfermedad nueva, desconocida, y sabemos que como sociedad siempre le tenemos miedo a lo desconocido”.
“Históricamente hemos rechazado y hemos separado y excluido a lo distinto, a lo que nos genera miedo, como forma de exculparnos. Pero es una actitud claramente egoísta y que nada tiene que ver con lo que se está transmitiendo a nivel nacional, provincial y local”, indicó Grasso.
La importancia de reforzar la unión
Ante tal situación, el exdirector de Salud Mental de la Nación informó que es una gran oportunidad para reforzar la integración como sociedad, la comunión y la solidaridad, debido a que “de esta salimos todos juntos”.
Añadió que, lógicamente, la persona que contrajo el virus está padeciendo la enfermedad y no es culpable por ello, por lo tanto “tenemos que reforzar los sentimientos contrarios, mostrar empatía y comprensión”.
En ese sentido, dijo que es importante permanecer unidos y entender al otro, ya que “acá no hay ninguna culpa por tener la enfermedad ni mucho menos”. Remarcó que es un padecimiento y que no debemos ponernos frente al otro sino que tenemos que colocarnos junto a él.
Respecto a la identidad de las personas, comunicó que existe una ley nacional, la de los derechos del paciente, que le otorga a la persona el derecho a la intimidad y a la confidencialidad. Motivo por el que ningún ciudadano debería ponerse en rol de detective e intentar saber quién es. La información necesaria la tiene el Sistema de Salud que es el que, en diálogo con el sujeto, realiza una evaluación y llega adelante las acciones pertinentes.
“Nosotros tenemos que preocuparnos por cuidarnos y cuidar al otro, pero no señalarlo y discriminarlo por algo que está padeciendo. Es una oportunidad para que reflexionemos todos. Esto recién empieza, van a aparecer nuevos casos y es una oportunidad para que demostremos que somos solidarios, tolerantes e inclusivos”, concluyó.