Vacacionó en Tandil, se contagió de Covid-19 y estuvo 23 días internado: “Pensé que me iba a morir en el hospital”

El boedense Andrés Valenzuela, de 29 años, vacacionó a fines de enero en una cabaña de Tandil junto a sus padres y su novia. Cuando regresó a Capital Federal, dio positivo de Covid-19 y debió ser hospitalizado por una neumonía bilateral.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn comunicación con el sitio Infobae, Valenzuela contó que eligieron viajar a Tandil porque les parecía alejado y tranquilo. Sin embargo, el 2 de febrero, cuando volvieron a sus hogares y luego de haber recibido el resultado negativo del test rápido, empezó con tos.
“No me preocupé porque el hisopado me había dado negativo, pero después empecé a tener fiebre, cefalea y mucho dolor en el cuerpo. Así pasé varios días, hasta que volví a hisoparme por segunda vez. Me sentía tan mal que no pude ser auscultado, porque terminé desmayándome en la Unidad Febril de Urgencia. Luego, me llamaron para decirme que el resultado era positivo”, declaró.
Como era previsible, Andrés no fue el único contagiado: sus padres y su novia también fueron positivos pero ellos solo desarrollaron síntomas leves y pudieron atravesar la enfermedad aislados en sus casas.
El 6 de febrero, luego de asistir a la guardia del Hospital Durand, debió ser internado de urgencia porque estaba transitando una neumonía bilateral: “Enseguida me pusieron oxígeno, la famosa bigotera, como la llaman los médicos. Al día siguiente, empeoré así que me colocaron una máscara de oxígeno de 15 litros, que es el máximo que te pueden dar en una habitación común. Estuve varios días así y, además, tomando corticoides pero el cuadro no mejoraba y los médicos me decían que me iban a tener que entubar. Me daba miedo porque no sabía si iba a salir vivo, porque sé que las probabilidades de sobrevida son bastante bajas. Me decían que lo único que yo podía hacer para evitar que me entubaran, era acostarme boca abajo para que los pulmones se expandieran, pero estuve así por varios días y el pronóstico no era nada alentador. Realmente, tenía mucho miedo”.
Días después, como no mejoraba, lo trasladaron a terapia intermedia, donde estuvo cuatro días. Su novia se acercaba hasta el centro asistencial de manera diaria para recibir el parte, y en una de sus visitas le dijeron que se prepara para lo peor.
“Los médicos me decían me iban a entubar y a mi novia le avisaban que se preparara para lo peor. Yo le decía a la enfermera que tenía miedo y que me dijera qué más podía hacer para que no tuvieran que entubarme. Me pasé días enteros boca abajo, en una posición muy incómoda, pero era lo único que podía hacer para ver si mejoraba. Pensé que me iba a morir en el hospital”, afirmó en diálogo con la periodista Soledad Blardone.
Luego de 23 días internado en los que perdió 20 kilos, recibió el alta médico y pudo retornar a su casa. No obstante, requirió otras tres semanas para recuperar la musculatura y la capacidad respiratoria.