No fue el partidazo que todos esperaban. Ni para los fanáticos del tenis, ni para Carlos Alcaraz, ni mucho menos para Jannik Sinner. La final del Masters 1000 de Cincinnati prometía una nueva batalla entre los dos mejores del ranking ATP, pero terminó en apenas 23 minutos. Con un contundente 5-0 en el primer set a favor del español, el número 1 del mundo decidió abandonar el encuentro por un malestar físico que arrastraba desde el día anterior.

Sinner, visiblemente incómodo desde los primeros intercambios, no pudo hacer pie en la cancha dura estadounidense. Alcaraz impuso su ritmo desde el comienzo, quebró en tres ocasiones consecutivas y dominó con total autoridad. El italiano apenas logró sumar ocho puntos en total antes de decidir retirarse.

"Quiero empezar pidiéndole disculpas al público. No me siento bien desde ayer, pensé que iba a mejorar, pero no fue así. Traté de jugar igual, pero solo pude este poco", expresó Sinner en el podio, con tono de decepción y humildad, consciente de la expectativa que había generado el cruce.

El oriundo de San Candido reconoció el esfuerzo del público que asistió un lunes —ya que la final no se jugó en domingo como es habitual— y le dedicó unas palabras a su rival: “Para Carlos, felicitaciones por otro título. Sé que no es de la manera que hubieras querido”.

Para Alcaraz, este título significa otro paso importante en su carrera. Si bien no tuvo el final esperado, el torneo lo vio en gran nivel durante toda la semana, reafirmando su condición de uno de los máximos candidatos de cara al US Open, que comienza en menos de una semana en Nueva York.

La atención, ahora, se posa en Sinner. Si bien aseguró que no se trata de una lesión sino de un cuadro físico pasajero, el escaso tiempo que resta para el inicio del último Grand Slam del año deja abierta la incógnita: ¿podrá recuperarse a tiempo para competir en plenitud?

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Roger Rotonda

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