Franco Pardo, de querer abandonar el fútbol al gol más importante de su carrera con Racing
El defensor central marcó el tanto que selló la clasificación a cuartos de final de la Copa Libertadores y rompió en llanto al recordar su largo camino hasta la cima.

Franco Pardo vivió su noche más emocionante como futbolista profesional. Este martes, el defensor marcó el gol que selló la victoria de Racing por tres a uno frente a Peñarol y aseguró el pase a cuartos de final de la Copa Libertadores. El tanto, el primero desde su llegada al club, fue también un desahogo personal. Tras el pitazo final, no pudo contener las lágrimas. Frente a las cámaras, solo alcanzó a decir que era un momento dedicado a su familia y a su futuro hijo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl camino de Pardo hasta esta noche inolvidable estuvo lejos de ser sencillo. Dos roturas de ligamentos cruzados durante su etapa en Belgrano lo llevaron a considerar dejar el fútbol. Entre 2017 y 2019, prácticamente no pudo jugar. Formado en el Pirata, donde pasó 16 años desde las divisiones inferiores, pasó dos temporadas enteras luchando contra las lesiones y sin continuidad. La falta de oportunidades con el entrenador Alejandro Orfila lo obligó a buscar un nuevo destino en el ascenso.
El punto de quiebre llegó en Estudiantes de Río Cuarto, donde sumó regularidad y logró disputar 34 partidos, con dos goles convertidos. Esa etapa lo impulsó a probar suerte en el exterior. Llegó a Palestino de Chile, donde disputó 29 encuentros bajo la conducción de Gustavo Costas, el mismo técnico que hoy lo dirige en Racing. Luego volvió a Argentina para jugar en All Boys y posteriormente dio el salto a Primera con Unión de Santa Fe.
En el club santafesino alcanzó su mejor nivel. Jugó 70 partidos, convirtió cinco goles y se consolidó como uno de los centrales más destacados del fútbol argentino. Incluso superó una afección cardíaca en enero de 2024, un obstáculo más en una carrera marcada por la resiliencia.
Su traspaso a Racing se dio en medio de una situación polémica. Aunque desde Santa Fe aclararon que se activó una cláusula previamente pactada, en Avellaneda se especuló con el uso de la cláusula de rescisión, un recurso que había sido criticado por la dirigencia académica cuando River contrató a Maximiliano Salas. A pesar de ese cruce, el defensor se sumó al equipo de Costas y rápidamente comenzó a escribir su propia historia.
Aunque llegó como segunda opción, tras caerse la negociación por Ignacio Vázquez, Pardo respondió con solidez en los pocos minutos que le tocó jugar. Ya se había destacado en el clásico frente a Boca y anoche coronó su esfuerzo con un gol clave en la Copa.
Con solo cinco partidos disputados en Racing, el defensor cordobés ya dejó su huella. Su celebración, con la pelota debajo de la camiseta, simbolizó mucho más que una alegría deportiva. Fue el cierre emocional de una etapa difícil y el inicio de una nueva esperanza, dentro y fuera de la cancha.