LAS TREINTA DEL FÚTBOL
Camilo Fernández, despliegue y goles de los más oportunos
Tiene un rico historial en Independiente, aunque también pasó por otros clubes locales y recorrió parte del país. El año pasado, una aparición suya le permitió a Gimnasia mantenerse en la categoría principal. El recorrido de un volante valioso en ambas áreas.
Pocos jugadores tandilenses pueden jactarse del registro que tiene Camilo Fernández, campeón en las tres ocasiones en que jugó para Independiente (2004, 2007 y 2016) y también en Santamarina (2009), club al que llegó en 2007 para el Argentino A. Surgió en el rojinegro y fuera de la ciudad jugó en Cadetes San Martín de Mar del Plata (campeón de su ciudad en 2003), Banfield, Gimnasia de Mendoza, Alumni de Villa María y Juventud Antoniana de Salta.
Además, el año pasado, un gol suyo le permitió a Gimnasia mantenerse en la categoría principal, cuando en tiempo de descuento le anotó a Argentino de Benito Juárez y selló la salvación del “Lobo”. Para 2020, estaba previsto que jugara en Velense, aunque la pandemia detuvo la actividad.
Volante derecno de largo recorrido y buen juego aéreo, de esos que se desdoblan en defensa y ataque, Fernández alcanzó altos rendimientos durante varias temporadas. “Las treinta del fútbol” sirve para conocerlo más en profundidad.
Tu primer recuerdo de fútbol. Los “picones” por plata en Las Tunitas. Jugaba con los más grandes y me mataban a patadas, pero lo disfrutaba mucho.
Tu debut en Primera División. En Cadetes de San Martín de Mar del Plata, en 2002, contra Círculo Deportivo de Nicanor Otamendi. Tenía 15 años y nuestro técnico era Mario Gambini.
Tu mejor partido. La final de 2016, jugando para Independiente contra Unicen. Ganamos 6 a 1. Hice dos goles, una asistencia a “Nico” Gorosito y me hicieron un penal.
Tu peor partido. Jugando para Gimnasia de Mendoza, un clásico contra Independiente Rivadavia. Erré un penal a los 10 minutos y me echaron a los 15.
Una alegría del fútbol. Haber hecho tantos amigos en tantos lugares distintos.
Una tristeza del fútbol. Las recurrentes lesiones.
Un amigo del fútbol. Cristian Bulacio, entre tantos.
El mejor futbolista que tuviste de compañero. Tuve muchos cracks, como “Cacheta” Roldán, “Emma” Giménez y Javier Elizondo. Elijo a Mario Marchetti, de Gimnasia de Mendoza.
Un jugador rival. “Matute” Lecuona, lindos duelos desde chicos.
El mejor equipo que integraste. La clase ’86 de Independiente, son amigos.
El mejor equipo que enfrentaste. Una selección juvenil argentina, donde jugaban Ezequiel Garay y Fernando Gago entre otros.
Un ídolo del fútbol. Juan Román Riquelme y Diego Armando Maradona.
Un ídolo fuera del fútbol. Mi viejo.
Un técnico. Tengo que elegir tres: Gustavo Liggerini, Mario Gambini y Gerardo Villar.
Una cancha. El Berroeta.
Un árbitro. Gustavo Ditella.
Un personaje del fútbol. “Crespito” Larrocea y el “Vasco” Vergara.
Una virtud como futbolista. Tuve la suerte de meter goles en casi todas las finales que jugué.
Un defecto como futbolista. El temperamento.
El mejor gol que hiciste. En la final de 2004, contra Santamarina. Sacó largo Hugo Quintas, quedé mano a mano con el arquero y se la piqué. Fue en el minuto 94 y ganamos 1 a 0.
El mejor gol que viste. Uno de media chilena de Javier Elizondo, en Puerto Madryn.
El mejor futbolista de Tandil. Mi amigo Nicolás Gorosito. Y Matías Petersen es muy regular.
El futbolista con mayor proyección en Tandil. El hijo de Alejandro Arbert juega muy bien y tiene buen físico.
El mejor futbolista de Argentina. “Toto” Salvio.
El mejor futbolista del mundo. Lionel Messi.
Un equipo en el que te hubiera gustado jugar. En alguno árabe, para salvarme.
Una camiseta que te gustaría tener. La de Riquelme contra Lanús, en su último partido en Boca.
Otro deporte. Pesca.
Tu actividad, además de futbolista. Trabajo en Anses.
Un sueño por cumplir en el fútbol. Me gustaría ver crecer al fútbol de Tandil, con equipos competitivos y torneos de mayor nivel. Hay grandísimos técnicos y excelentes jugadores, tal vez se falla en la parte dirigencial.