Nada parece detener a Carlos Alcaraz en su camino. El número 1 del mundo superó un accidentado debut y un susto por una torcedura de tobillo para sellar su pase a la siguiente ronda del Abierto de Japón, tras vencer al argentino Sebastián Báez con un marcador de 6-4 y 6-2.

Las alarmas se encendieron en el quinto juego de la primera manga, cuando un mal apoyo hizo que el tobillo izquierdo del ganador del US Open se doblara de forma aparatosa. El público del Ariake Coliseum contuvo la respiración al ver al español sentado en la pista, mientras el fisioterapeuta lo asistía.

Tras unos minutos de incertidumbre, y con el tobillo vendado, Alcaraz se sobrepuso al susto y demostró por qué es uno de los jugadores más dominantes del circuito. El español logró volver al partido para sumar su victoria número 62 en 68 partidos de 2025.

Aunque Báez había recuperado un quiebre inicial, Alcaraz volvió a romper su servicio en el noveno juego para llevarse el primer set. Ya con la pista techada debido a la lluvia, el murciano aceleró el ritmo en el segundo set y cerró el partido en tan solo una hora y media.

Al finalizar el encuentro, Alcaraz admitió su preocupación: "Estaba asustado, no voy a mentir. Estaba preocupado para ser honesto. Me toqué el tobillo y no me sentía bien al comienzo, estoy feliz de haber sido capaz de jugar después de eso".

Ahora, el español tendrá un día de descanso para recuperarse antes de su próximo desafío. Su rival en la siguiente fase será el belga Zizou Bergs.

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Roger Rotonda

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