El caso de Néstor David Gómez fue como el de tantos chicos del interior que probaron suerte en el fútbol grande, en su caso en Independiente de Avellaneda, a comienzos de la década del ’80. Si bien no logró proyectarse a la formación principal, esa etapa precedió a una trayectoria destacada en el ámbito regional.“Agüita” vivió desde adentro el génesis del Ramón Santamarina que llegó al Nacional de 1985 y el inevitable declive posterior; fue campeón en Loma Negra y en Alumni de Benito Juárez; reforzó a Independiente en un Torneo del Interior y se estableció en Jorge Newbery de Lobería, donde ganó dos veces el título necochense.Además, Gómez asistió a los primeros pasos de Mauro Camoranesi, su sobrino y ahijado, trece años menor.A su trayectoria y ese vínculo familiar se refirió en una charla a puro fútbol.-¿Cuál fue tu primer club?-La Movediza, el club de mi barrio. Fui a los 15 años, en 1978. Jugaba de titular en Tercera y algunos partidos en el banco de Primera, en la B, con Jorge Pardo como técnico. Debuté a esa edad. Jugaba Atilio Satti, una leyenda para nuestro barrio; "Mingo" Gramuglia; mi cuñado Juan Camoranesi; el "Gallego" García; Alchú...-¿Cómo les fue?-Ganamos el ascenso y en los años siguientes el club se reforzó más. En el '80 vinieron Lucarno, el "Chino" Altamirano y Alberto Rodríguez, los tres de Mar del Plata. Más los jugadores propios, se armó un equipo que peleó arriba con Santamarina y con Racing de Gardey.-¿Cómo encajabas en ese equipo, siendo todavía un chico?-Era suplente de Primera. Ahí nos dirigía el "Ñato" Giovanini, que me puso en algunos partidos.-¿Cómo se dio que fuiste a Independiente de Avellaneda?-Omar Bertrand había conseguido una prueba, tanto él como el padre fanáticos del club. Fuimos los dos y quedamos, entre una gran cantidad de chicos. Yo fui de "5", aunque había empezado más de volante ofensivo.Vivíamos en la casa de unos familiares de Omar y después me pasaron a la pensión del club, en Villa Domínico.-¿Qué categoría era?-Fuimos con edad de Quinta y ganamos el campeonato de esa división. Ese año, Omar debutó en Reserva. Al año siguiente, me tocó a mí. Los dos llegamos a entrenar con la Primera, cuando Nito Veiga era el técnico. Él conocía a todos los chicos de las inferiores. La base de ese equipo ganó la Libertadores y la Intercontinental en el '84, con el "Pato" Pastoriza.-¿Con quienes compartías en esa época?-En la pensión éramos doce, y el único que no llegó a jugar en Primera fui yo. De mi categoría estaban "Luli" Ríos y Sergio Bufarini. De otras, Marcelo Yorno, arquero de Necochea; Pedro Monzón; el "Polaco" Wiktor; Sergio Vargas, que se nacionalizó chileno y atajó en la selección; Pedro Massacessi, Percudani, "La Vieja" Reynoso y el "Cabezón" Merlini.Y en esa Quinta campeona estaba “Carlitos” Prono, el “Loco” Enrique, el correntino Blanchart, Enrique Sánchez, entre otros.-Varios de ellos enfrentaron a Santamarina en el Nacional de 1985, ya estando vos en el aurinegro.-Yo no estaba convocado en ese partido y los fui a visitar al hotel Libertador. Incluso fui con ellos al estadio, otras épocas.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/08/david_gomez.jpg" alt="David Gómez"><figcaption>David Gómez repasó su trayectoria.</figcaption></figure>-¿Te había llegado la edad de firmar contrato y quedaste libre?-Así es. En lo personal, me perjudicó la Guerra de Malvinas, en el '82. Estuve bajo bandera y movilizado, me perdí casi todo ese año.Yo pasaba por el Cifim (Centro de Instrucción y Formación de Infantería de Marina), entre Buenos Aires y La Plata, y me daban permiso para ir a entrenar, por un arreglo con Independiente. Se me terminaron los privilegios con la guerra, me dieron destino a Bahía Blanca. Cuando volví, había perdido terreno.-¿Cómo fue esa experiencia?-Estuve en la base de Espora, primero durante la guerra y después el resto de 1982. Es duro y difícil explicar lo que viví. Por dar un simple ejemplo, hacer una carta para mandarle a tus familia y que un superior te borre el ochenta por ciento de lo que escribiste... Teníamos que poner que estábamos bien, no podíamos decir la verdad.Los chicos de mi clase, el cordobés Bufarini y "Luli" Ríos, se habían salvado por número bajo.-¿Volviste a Tandil?-Sí, y arreglé en Santamarina. El contacto me lo hizo el "Negro" Conti, que era yerno de Giovanini. Yo era un desconocido para el fútbol de Tandil, porque esos años había estado afuera.-¿Cómo fue integrar ese plantel?-Era extraordinario, el equipo de Daniel Romeo que terminó llegando al Nacional. Yo jugaba mucho en Reserva, era muy difícil tener posibilidades. En ese puesto estaban Juan Gauna, Luis Petrucci y "Cañito" Ramella.-Además, no existía el "doble cinco".-Claro, todos los equipos jugaban con un solo volante central.-¿Hasta cuándo estuviste en Santamarina?-Cuatro años, del '84 al '87. Abel Alonso me quería llevar a Jorge Newbery, pero me quedé porque sentía que le debía mucho al aurinegro. En la última temporada, con Roberto Seijas de técnico, se dio la particularidad de que fuimos subcampeones sin perder ningún partido. El título fue para Ferro, con grandes figuras, pero no pudo ganarnos.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/08/santamarina_1987.jpg" alt="Santamarina 1987"><figcaption>Santamarina de 1987, subcampeón invicto del fútbol tandilense. Arriba: Gómez, Cardozo, Marcelo Kabalín, Juan Petrucci, Ruffa y Torrecillas. Abajo: Mario Kabalín, Santiago Silva, Rodolfo Erviti, Darío Martens y Verón.</figcaption></figure>-¿Ahí aparece Loma Negra?-Sí, porque “Yiyo” Conte me conocía de Santamarina. También hizo fuerza Abel Alonso, que siempre me quiso tener como jugador, aunque nunca coincidimos. Él tenía muy buena relación con Alberto Balbarrey, presidente de Loma, y se hizo el pase. Fuimos campeones en el ‘88. El club puso una combi y de acá viajábamos con Ramón Moreno, Juan Macaya, Mario Vener, Fernando Puggioni, “Muñeco” Moyano y el masajista Beltrán.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/08/loma_negra_1988.jpg" alt="Loma Negra 1988"><figcaption>Loma Negra fue campeón en 1988. Arriba: Macaya, Serrano, Puggioni, Oscar “Nene” Medina, Ramón Moreno y Gómez. Abajo: Moyano, Vener, Márquez, Drogo y Miguel López.</figcaption></figure>Igual, el mejor equipo de Loma en esos años fue el del ‘89. Agregaron a Miguel Antivero, José Callejo y Marcos Lorenzo; más algunos jugadores que habían quedado del Regional. Nos ganó el campeonato Independiente, por un punto. Perdimos un partido increíble con Gimnasia, 1 a 0 de locales, y se nos escapó el torneo.-¿El siguiente paso fue Independiente?-Independiente me llevó para el Regional, junto a otros de Loma como Juan Macaya, Jorge Gómez y Marcos Lorenzo, que volvió al club.-¿De ahí te llevó Aumni?-Sí, me llevó “Luisito” Quintela a Juárez. Tuvimos un año extraordinario, con jugadores como el “Negro” Puggioni, el arquero Molteni, “Pericles” Pérez, Rubén Alfonso, Jorge Martignoni; más los chicos del club. Y de los grandes, teníamos a “Piqui” Ferrero y Horacio Lecuona. Ganamos el torneo largo y el cuadrangular, peleando con Santamarina y Ferro. En el Regional anduvimos bien, pasamos una ronda, no llegamos un poco más lejos porque el club se quedó sin dinero. Nos abrieron las puertas para el que quisiera irse, seguimos jugando todos y estuvimos cerca de pasar otra fase.-¿En esa época trabajabas?-Hasta ese año trabajaba en la Municipalidad, en la recolección. Me acomodaban los horarios para que pudiera cumplir con los entrenamientos y los viajes. Muchas veces me tocó trabajar un domingo, después de jugar.-Correrías varios kilómetros.-Nunca saqué la cuenta, pero seguro que eran muchos.&nbsp;Etapa Lobería-¿Cómo se dio tu llegada a Jorge Newbery de Lobería?-Estaba terminando el Regional con Alumni y me vinieron a buscar de Lobería junto con Marcos Lorenzo, por recomendación de “Tate” Astiz, que había sido compañero nuestro en Independiente. Fuimos campeones de Necochea en el primer torneo.-¿Ahí Lorenzo se fue a Alvarado?-Marcos tenía propuestas de todos lados, con tanta mala suerte que le agarró hepatitis. Alvarado, a través de Carlos Miori, lo contrató igual, para asegurárselo a futuro. Cuando empezó a jugar fue figura, perdieron la final por el ascenso al Nacional B con Arsenal de Sarandí.-¿Fue el mejor compañero que tuviste?-Sí, tenía unas condiciones tremendas, tendría que haber llegado antes al profesionalismo. Contaba con todas las cualidades, jugaba bien en todos los puestos.-¿Tu proceso en Newbery cómo fue?-Ganamos dos campeonatos y anduvimos bien en el Regional, sobre todo el segundo año. Perdimos la clasificación acá en Tandil, contra Gimnasia. Subestimamos la situación, porque ellos estaban eliminados, nos ganaron 2 a 0.Siempre me ofrecieron quedarme para los torneos locales y terminé jugando siete años allá. Me retiré a los 34. Tuve la posibilidad de ir a La Movediza o a Loma Negra, pero ya consideraba que tenía que dejar.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/08/newbery_de_loberia.jpg" alt="Newbery de Lobería"><figcaption>Una formación de Jorge Newbery de Lobería en el Torneo del Interior, con tres tandilenses. Arriba, en cuarto lugar Marcelo Kabalín y a su izquierda David Gómez. Abajo, segundo, Javier “Pericles” Pérez.</figcaption></figure>-¿En ese Gimnasia-Newbery te cruzaste con tu sobrino Mauro Camoranesi?-Sí, y la verdad que nos ganaron bien. Él ya venía demostrando todo lo que tenía para dar.-¿Con qué otros tandilenses compartiste en Lobería?-Marcelo Kabalín, “Chispa” Coldeira, “Chopi” Izquierdo y Javier Pérez, creo que no me olvido de ninguno. Independiente, el otro equipo de Lobería, un año llevó a José Callejo, el “Enano” Bordagaray, el “Colorado” Nosei, Facundo De la Piedra, Ramón Moreno y Rolando Bertolini, que había terminado de jugar en Tandil el Regional para Santamarina.-¿Cómo eran esos clásicos de Lobería?-Imponentes, no quedaba nadie en la casa, iban todos a la cancha. Un día empatamos 1 a 1, gol mío y de José Callejo para ellos. Tenía amigos del otro lado, pero nos “matábamos”. Al otro día nos encontrábamos y estaba todo bien.-¿Eras de pegar mucho?-Era intenso y fuerte. Me gustaba ir al choque, me hacía valer. Intentaba ser el relevo para cubrir espacios. Y cuando agarraba la pelota trataba de dársela al compañero. Creo que fui bastante regular en mi carrera.-¿Qué técnico logró sacar lo mejor de vos?-Osvaldo Mura, en Quinta División de Independiente. Él había jugado de “8”. Me enseñó a pararme, a achicar, a salir, a esperar. Ahí aprendí a jugar en equipo.&nbsp;Un campeón del mundo en casa-¿Cómo es tu relación con Mauro Camoranesi?-Cristina, la mamá de Mauro, es mi hermana, pero además es mi madrina. Yo soy padrino de Mauro. Y Mauro es padrino de mi hijo Enzo.-¿Vivían juntos?-Vivíamos todos juntos en la casa de mi vieja, en Chaco y Bariffi, éramos doce hermanos. Después, Juan y Cristina se hicieron la casa a media cuadra.-¿Familia de fútbol?-Totalmente, y Mauro se crió entre nosotros, entre los grandes, vivíamos jugando a la pelota. Le veía pasta desde chico, es un caso especial. Sanguíneo, con mucho amor propio. Así llegó donde llegó.-Una carrera atípica la que hizo.-Sí, el primer salto fue de Gimnasia a Aldosivi, porque acá lo vieron Molteni, “Noni” Piazzalonga y “Cato” Cortadi, que tenían que volver a Mar del Plata y se lo llevaron. El técnico era Sergio Fortunato, que después fue su representante. El gran amigo de Fortunato es Patricio Hernández, que lo llevó a Santos Laguna de México.-¿Después Hernández lo incorporó a Banfield?-Sí, porque Mauro se cortó el tendón de Aquiles y tuvo que volver. En la recuperación se fue a Wanderers de Montevideo y después lo trajo Hernández a Banfield en el Nacional B. La rompió y lo llevó Cruz Azul de México.-¿De México a Italia?-Sí, en Hellas Verona. Estuvo dos años ahí y lo llevó Juventus, donde ya sabemos cómo le fue, se nacionalizó italiano y ganó en Mundial. Una carrera extraordinaria.-¿Vos lo hiciste de River? ¿Qué tan cerca estuvo de jugar ahí?-Sí, es de River por mí. Estuvo esa posibilidad, querían venir con David Trezeguet, pero David había arreglado en España. Fortunato estuvo reunido con Passarella, por entonces presidente del club, que le ofreció el sueldo más alto del plantel junto con Diego Buonanotte. No hubo acuerdo, una pena porque a Mauro no le interesaba la parte económica. Cuando Trezeguet vino a River, él ya estaba en Lanús.-¿Actualmente tenés trato con él?-Siempre, aunque no necesitamos vernos, porque sabemos bien donde estamos. Es un chico al que siempre le va a ir bien, porque es encarador e inteligente, tiene una gran personalidad.&nbsp;Los cuatro apodosDavid Gómez se divierte al recordar los apodos que lo acompañaron en su vida.“En la Escuela 22 iba con Mauricio Arias. A él y al hermano les decían ‘Agüita’. Como yo estaba todo el día con ellos, me quedó el apodo”.“En Independiente de Avellaneda me pusieron ‘Arbolito’, por el indio. En Loma Negra me decían ‘Darwin’, como el mono que tenía Raúl Portal en un programa de televisión. Y en Lobería me identificaron como ‘Muñeco’ o ‘Muñe’, por el ‘Muñeco’ Gómez que jugó en Santamarina”.

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