Con el fallecimiento de Santiago Ekeroth, ocurrido recientemente, el fútbol tandilense perdió a uno de sus baluartes históricos, figura destacada en las décadas del ‘50 y el ’60.
Ekeroth surgió en Ferrocarril Sud, de la mano de Marino Terni y Dámaso Latasa, y sobresalió por su talento y sacrificio. Era el típico número "10" que armaba juego y llegaba al gol, además de esforzarse para que su equipo recuperara la pelota. La mayor parte de su carrera fue en el tricolor, que lo homenajeó tiempo atrás poniéndole su nombre a uno de los vestuarios del predio "Coco" Sarasola.
En el seleccionado tandilense, fue parte de una recordada delantera justamente junto con Sarasola (compañero suyo en Ferro) y los santamarinistas Acuña, Carreño y Quinteros.
Ekeroth dejó una huella imborrable para todos aquellos que lo vieron dentro de una cancha y que lo disfrutaron fuera de ella.
 

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