El tandilense del asado y el recuerdo con Messi

Ni Oscar Rodríguez ni su esposa Mariana olvidarán la jornada del 4 de junio de 2019. Ese día, la dupla de asadores tandilenses hizo el trabajo de siempre, aunque para comensales especiales, los integrantes del seleccionado argentino de fútbol, que se preparaba con miras a la Copa América de Brasil.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLos recuerdos afloran cada vez que Lionel Messi capitanea a la selección y se luce como el viernes, en la victoria frente a Uruguay.
Rodríguez dialogó con este Diario y recordó los orígenes del trabajo que lo llevó a compartir aquella jornada con los mejores futbolistas argentinos y el mejor del mundo. Gestada, por cierto, por otro incomparable en lo suyo: el polista Adolfo Cambiaso.
Oscar rememora que, en 2015, mientras trabajaba en el campo, “el veterinario Mariano Haugaard me llamó para hacer un asado en el torneo de polo de La Ilusión, una vaquillona entera. Desde entonces, siempre me encargué de esa tarea, hasta que cuatro años después, junto con Mauricio Fernández, me preguntaron si me animaba a viajar para cocinar. Yo me ocupaba del tambo, pero me organicé y les dije que sí”.
Lo que Rodríguez no sabía era que ese viaje sería a La Dolfina, en Cañuelas, donde “había gente de distintas partes del mundo, muchos europeos. Se ve que todo salió bien, porque poco después me llamaron para que fuera a Pilar, a cocinar para Lara Bernasconi. Esa vez se me acercó Cambiaso y me propuso hacer otro asado el 4 de junio, en La Dolfina. Yo sacaba la cuenta y caía martes, pero le dije que sí”.
De vuelta en Tandil, a Rodríguez le explicaron que ese trabajo sería para el seleccionado argentino. “Hasta que no lo vea, no lo creo”, asegura haber dicho este futbolero hincha de River Plate.
El trabajo fue el de siempre: “Viajamos el día anterior, porque se necesita mucho tiempo para hacer todo, a veces hasta quince horas, dependiendo del clima. Estuvimos con David Nalbandian; con Luis Landriscina, que nos contó unos cuentos; y el primero en arrimarse fue Pablo Aimar, que ya dirigía a las juveniles. Después estuve con todos los jugadores, fue algo muy lindo”.
De ellos, la foto con Lionel Messi es la que más reluce para la familia, que completan los hijos Daiana y Ariel. Y el resumen de un grato recuerdo en la voz del protagonista: “Siempre digo que fue una casualidad del destino y el mérito de gente que me ayudó para estar en ese lugar”.