Fin de una era en Red Bull: Marko dejó la escudería tras conflictos internos
Marko se despide tras más de 20 años, dejando un legado de más de cien pilotos fichados y una estructura deportiva transformada.
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El ciclo de Helmut Marko en Red Bull llegó a su fin luego de más de veinte años como una de las figuras más influyentes de la escudería. El austríaco, artífice del programa de jóvenes talentos y responsable directo de la llegada de Max Verstappen, fue apartado tras una serie de conflictos internos que expusieron fracturas en la cima del equipo. La decisión se formalizó después de la última fecha en Abu Dabi, durante una cena entre altos directivos y el propio Marko.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailSu vínculo con la estructura energética comenzó en 2005, de la mano del fundador Dietrich Mateschitz, y desde entonces se transformó en un actor clave del proyecto deportivo. Pero la muerte de Mateschitz en 2022 modificó el equilibrio de poder: Christian Horner buscó ampliar su influencia y se encontró con la resistencia del veterano asesor, inicialmente respaldado por Mark Mateschitz, hijo del creador del imperio.
El detonante final fue la incorporación unilateral del irlandés Alexander Dunne, piloto de Fórmula 2 que tenía contrato vigente con McLaren. Según De Limburger, Marko avanzó con el fichaje sin la autorización de los directivos, lo que generó un conflicto contractual y una compensación económica para Red Bull. Este episodio se sumó a otras decisiones tomadas por su cuenta que incomodaron a la nueva dirigencia.
A la tensión interna se sumaron controversias públicas. Uno de los momentos más delicados se produjo cuando Marko acusó a Kimi Antonelli de favorecer a Lando Norris en el GP de Qatar tras una maniobra polémica. El piloto italiano recibió amenazas en redes sociales y el paddock entero salió a respaldarlo. Aunque hubo disculpas, el desgaste ya era profundo.
La relación con Horner, marcada por denuncias cruzadas y maniobras de desgaste, amplificó la crisis. Medios neerlandeses como De Telegraaf y el periodista Erik van Haren informaron que Marko impulsó la salida del histórico jefe de equipo, que finalmente se produjo en julio con el apoyo de Oliver Mintzlaff, hoy figura fuerte dentro de la compañía. Desde entonces, Red Bull aceleró un proceso de reorganización interna.
Durante su gestión, Marko fue determinante en la llegada de pilotos como Sebastian Vettel y especialmente Max Verstappen, a quien incorporó con solo 16 años. Su estilo directo y de lógica meritocrática fue una marca registrada: “Cualquiera que no rindiera, era despedido sin piedad”, recordó De Limburger, señalando que llegó a fichar a más de cien corredores, muchos de ellos con personalidades fuertes.
Ante su salida, Red Bull buscó transmitir normalidad. Laurent Mekies, nuevo director deportivo, valoró su aporte pero subrayó que la Fórmula 1 exige estructuras flexibles: “Siempre se ajustan las organizaciones. Esto aplica tanto a lo técnico como a lo deportivo, y es completamente normal que revisemos constantemente cómo podemos mejorar nuestra forma de operar”, afirmó.
El alejamiento de Marko no afecta el presente de Verstappen, aunque abre interrogantes hacia adelante. El piloto neerlandés mantiene buena relación con Mintzlaff y Mekies y confía en el nuevo proyecto, que incluye el desarrollo del motor propio junto a Ford de cara a 2026. Su contrato se extiende hasta 2028, pero existen cláusulas de rendimiento que podrían modificar los planes si el nivel del equipo cae.