Gaspar Iñiguez, la apuesta del Ogro Fabbiani para Newell’s: bajó 22 kilos y firmó contrato
El volante, que no juega desde septiembre, fue pedido por el DT y entrenó cuatro meses a prueba. Ahora, es el nuevo refuerzo de la Lepra.

"Va a ser uno de los mejores del fútbol argentino", lanzó Cristian "el Ogro" Fabbiani hace unos meses. Se refería a Gaspar Iñiguez, el volante central de 31 años que, después de una dura pretemporada de cuatro meses a prueba en Newell’s, logró lo impensado: bajó 22 kilos y acaba de firmar contrato con el club del Parque, aunque aún no se hizo oficial.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl exArgentinos Juniors, Tigre y Deportivo Riestra llegó en silencio, sin prensa ni promesas, pero con el respaldo de un DT que lo conoce bien. Fabbiani lo dirigió en Deportivo Merlo y Riestra, y confía plenamente en su talento. Pese a que no juega un partido oficial desde septiembre, el Ogro no dudó en abrirle las puertas de Newell’s. Su objetivo estaba claro, volver a ponerse a punto y ganarse un lugar en Primera.
El proceso no fue fácil. Iñiguez entrenó con el plantel pero sin contrato, sometido a un riguroso trabajo físico y una dieta que le permitió bajar más de 20 kilos. “Estoy agradecido al club que me lo deja entrenar. Él tiene un objetivo: bajar de peso. Si lo logra, está al nivel de los mejores volantes del fútbol argentino”, dijo Fabbiani en su momento. Y no se equivocó.
Puede interesarte
Con esfuerzo, compromiso y continuidad, el mediocampista fue titular en los dos amistosos que jugó la Lepra en la previa al Torneo Clausura. Su incorporación ya está firmada, y aunque el club aún no lo anunció de manera oficial, Iñiguez ya es refuerzo.
Una historia de sacrificio (y de dientes)
Iñiguez no es ajeno a los esfuerzos extremos por el equipo. En 2013, cuando jugaba en Argentinos Juniors, protagonizó una escena insólita durante un cruce ante Boca por el Torneo Inicial. Resbaló intentando despejar y terminó trabando la pelota con la cabeza. El saldo fue doloroso ya que perdió tres dientes. Años después, recuerda el momento con humor, pero firmeza: “Lo volvería a hacer”.

Ese espíritu es el que hoy valora Fabbiani. Iñiguez llega con experiencia en el fútbol argentino y también en el exterior, donde pasó por clubes como Udinese, Granada, Veracruz y Coquimbo Unido. Su último paso fue en San Marcos de Arica, en Chile.
Ahora, con 31 años y una nueva oportunidad en Primera, busca convertirse en ese jugador que su DT ya imagina: uno de los mejores del fútbol argentino.