Lanusse disfruta “un premio a tanto sacrificio”
El alero de Independiente describe así el ascenso obtenido el domingo pasado en Junín. Repaso para una campaña con altibajos que terminó de la mejor manera.

A casi 25 años de su llegada al club, Lautaro Lanusse vivió el domingo pasado en Junín su momento más especial como jugador de Independiente.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn el norte provincial, el rojinegro recuperó su lugar en el ámbito nacional obteniendo el ascenso al Torneo Federal, en el que intervendrá desde el mes próximo.
En diálogo con el programa Elegante Sport -emitido de lunes a viernes por Tandil FM-, Lanusse ofreció sus sensaciones acerca del reciente logro:
“Para mí fue muy especial, juego al básquet en el club desde los 4 años. Cuando uno arranca lo hace con la inocencia de todo niño, pero en el fondo siempre va llevando la ilusión de pertenecer a la primera división de su club. Soy un privilegiado por haber podido jugar todo este tiempo, en distintos niveles. Estoy muy contento de que hayamos logrado esto después de tantos años de sacrificio. El ascenso nos venía siendo esquivo, haberlo alcanzado para mí es un sueño”, comenzó explicando el alero.
-Un objetivo que el club venía buscando hace tiempo.
-Seguro. Hace 29 años consecutivos que Independiente compite en el plano nacional o provincial. A mí me tocó ser parte de ese plantel que hace siete años perdió la categoría y bajó al Provincial. Desde aquel entonces, se hizo muy difícil jugar con la camiseta de Independiente porque había mucha presión. Pasaron muchos jugadores, un montón de cosas, con momentos muy malos, otros que no lo fueron tanto. Queda claro que los objetivos sólo se logran cuando detrás hay una estructura que te acompaña y encontrás un grupo de jugadores que saben representar los valores y la identidad del club al que pertenecemos. No hizo falta traer jugadores de renombre o que cobren mucho dinero, recurriendo a los pibes del club se puede generar algo que no esté en las expectativas, como ocurrió en este caso.
-¿En qué medida fue sorpresivo el ascenso?
-Obviamente, siempre que jugás lo hacés con la idea de llegar a lo máximo, si no, ni te presentás. Pero éramos conscientes de que, antes de la pandemia, contábamos con un gran equipo, parecido al actual y el torneo quedó trunco. En el contexto de pandemia, entrenamos muy poco, con mucho sacrificio, entrenamientos por Zoom, siempre con la expectativa de que el torneo se reinicie, algo que finalmente no ocurrió. Fue un momento duro para nosotros, con días en los que no teníamos ganas.
-Les tocó arrancar nuevamente desde cero.
-Seguro, llegamos al Pre Federal con muy poco rodaje. El torneo local de Tandil está muy por debajo de ese nivel. Por eso, nos costó mucho, fuimos muy irregulares, perdiendo muchos partidos como locales, condición en la que habitualmente hemos sido muy fuertes. Estuvimos afuera más de una vez. En la primera fase, fuimos a Mar del Plata a jugar a todo o nada ante Smata, y en la segunda nos ocurrió lo mismo, cuando viajamos a La Plata obligados a derrotar a Platense. Cuando vas superando esas cosas, te vas dando cuenta de que podés.
-¿Cómo encararon el Final Four?
-Con la aspiración de ser campeones, pero sabiendo que iba a ser muy difícil. Era jugar fuera de Tandil tres partidos en días consecutivos, con una temperatura muy alta, complicado para un plantel como el nuestro con varios jugadores de edad avanzada.
-¿Qué esperaban de los rivales?
-Con Racing, ya nos habíamos enfrentado muchas veces, sabíamos que iba a ser un partido de ajedrez como finalmente lo fue. Y terminó siendo la final. De los otros rivales sabíamos mucho menos, datos específicos de algunos jugadores. Por la mañana del día del partido, hacíamos el scouting, y también tomamos la información de haberlos visto jugar el día anterior.
-Fue importante la respuesta que tuvieron tras perder en el debut ante Racing.
-Sí, las derrotas que vas sufriendo durante la temporada te van marcando el camino. Fue difícil empezar el cuadrangular perdiendo, esa noche fue muy complicada. Comenzamos a analizar todos los escenarios posibles, en los dos Final Four que habíamos afrontado nos había pasado lo mismo, perder en el debut, en algún caso sintiendo que no habíamos estado a la altura. Esta vez, nos pudimos reponer gracias a la fortaleza del grupo. Es decisivo que somos un equipo de amigos, no existen los reproches ni las malas caras. Tuvimos claro que respaldarnos era la única forma de sacarlo delante.
-¿Cuándo se enteraron de que habría un segundo ascenso?
-Después de ganarle a Náutico San Pedro, comenzó a circular el rumor. La Federación lo desestimó, porque no quería develar el final del torneo. Nosotros, nos quedamos con ese trascendido pero no teníamos nada en concreto. Los dirigentes, el domingo a la mañana, ya sabían del segundo ascenso pero optaron por no decirnos nada, para no cargarnos de más presión. En el entretiempo del juego contra Los Indios, perdíamos por siete, y “Nico” Rusconi nos dio a entender lo imprescindible que era ganarlo, dejando entrever que había otro ascenso.
-¿Cómo les cayó eso?
-Creo que, inconscientemente, asumimos que era nuestra chance de ascender. Y nuestro segundo tiempo de ese partido fue de lo mejor que hicimos en todo el torneo. No teníamos piernas, la cabeza estaba totalmente quemada, y lo jugamos pura y exclusivamente con el corazón. Pudimos llevarnos un partido “chivísimo”. Después, quedó esperar. Hasta que no lo anunciaron en la premiación, no teníamos ninguna certeza. Cuando lo confirmaron, fue una descarga emocional gigante.
-¿Qué representó ascender?
-Coronar de la mejor manera el sacrificio de haber dejado muchas cosas de lado, como momentos con la familia o los amigos, para ir detrás de la pelota. Premiar ese esfuerzo con un ascenso fue algo realmente muy gratificante.
-Un ascenso que podría haberse escapado antes del cuadrangular final.
-Sí, cuando perdimos contra Racing en Tandil pensé que estábamos fuera. Teníamos que esperar que Pueblo Nuevo pierda en Alejandro Korn. Se terminó dando, pero así y todo tuvimos que ir a La Plata a ganarle a Platense, que estaba invicto como local en todo el torneo, además de contar con un plantel muy bueno, armado para ascender. En ese partido jugamos bárbaro, pero llegamos a estar diez puntos abajo en el tercer cuarto, ahí también pensé que se nos escapaba.
Pero se terminó dando y creo que es un premio merecido, tanto como para Racing. Son dos clubes que vienen teniendo mucha proyección en los últimos años y que se han manejado con seriedad en cuanto a infraestructura, trabajo dirigencial y demás. Creo que se dio la lógica. Si bien el básquet no es un deporte lógico, acá terminó siéndolo en cuanto a que tuvieron premio dos proyectos serios.