Leonel Pernía, entre los roces y la decepción

Luego de varias temporadas dando pelea en los primeros planos, Leonel Pernía sigue sin encontrar el rumbo este año en el Súper TC 2000.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailAyer, el tandilense redondeó un nuevo fin de semana de intrascendencia, en el que no consiguió unidades.
El sábado, en clasificación, emergieron sus primeros problemas. Dos visitas a boxes por desperfectos eléctricos lo condicionaron, pese a lo cual logró redondear una vuelta aceptable sobre el piso empapado del circuito número 6 del Gálvez, situándose quinto.
Por el sistema de penalizaciones, largó sexto en la carrera clasificatoria de la antevíspera. Vio la bandera a cuadros en la misma colocación, aunque luego fue castigado con un puesto tras protagonizar un roce con su compañero Facundo Ardusso, quien despotricó contra “Leo” con sus posteriores declaraciones.
Ayer, en la final, el actual campeón de la categoría apenas pudo terminar en el puesto 12, gracias a la exclusión de Bernardo Llaver por el toque a Rossi, ya que el de Tandil recibió la bandera de cuadros en la posición 13.
Tras largar séptimo, Pernía se enredó al llegar a la primera curva y perdió dos posiciones.
Fue mejorando hasta llegar a ubicarse octavo, pero en la vuelta 14 tuvo un toque con Matías Rossi por el cual resultó apercibido por maniobra peligrosa, retornando a pista en el puesto 18.
Después logró recuperar unos lugares, pero no logró sumar. Ahora comparte la octava posición con Rubens Barrichello, con 35 puntos cada uno.
“Fue mi culpa”
Tras la final en el Gálvez, Leonel Pernía hizo espacio para la autocrítica, reconociendo que “no me salió ninguna maniobra, fue una carrera durísima”.
Apenas se rozó con Santero, el Fluence número 1 perdió su espejo retrovisor izquierdo, lo cual complicó el manejo del tandilense.
En su explicación a Campeones, Pernía contó que “Rossi me alcanzó porque era más rápido, le dejé el lugar y de repente no escuché su motor, entonces mantuve la cuerda. Antes de la curva de la confitería, los autos se engancharon. Fue mi culpa, lo voy a hablar con Matías, es la primera vez que no nos entendemos y merece que le explique la maniobra”.
Otro domingo para el olvido vivió el tandilense, que siete días antes se había golpeado duramente con su Vento de la Clase 3 del TN, en La Plata.