Luciano Méndez, el tandilense que presenció el debut de Colapinto en Italia
El exfutbolista, radicado en Monza, asistió al Gran Premio de ese país. Su experiencia en la zona de boxes y sus impresiones sobre su acercamiento al primer argentino en 23 años en ser parte de la máxima categoría.
Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
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En pos de brindarle un salto de calidad a su carrera futbolística, Luciano Méndez se radicó en Europa hace más de quince años.
Finalizado, hace un lustro, su recorrido deportivo eligió permanecer en el Viejo Continente. Monza es la ciudad que escogió para establecerse con su familia y el sitio ideal para alimentar su pasión por el automovilismo y la Fórmula 1 en particular.
Allí, justamente, se produjo hace un par de semanas el debut de Franco Colapinto, el primer argentino en llegar a la máxima categoría internacional en los últimos 23 años.
Naturalmente, “Luchi”, quien vive a un kilómetro del mítico escenario, no dejó pasar la oportunidad de presenciar el Gran Premio italiano, con el aditamento de haber transitado el paddock junto a su hijo Francesco.
Tras vivir semejante experiencia, Méndez dialogó desde Italia con Último Bondi (Tandil FM y Eco TV):
“Vivo en Monza y sigo muy de cerca la Fórmula 1. Con mi hijo, siempre estamos presentes cuando se corre acá. Pero este Gran Premio tuvo un gustito especial. En la semana previa a la carrera nos encontramos con la noticia de que participaría un argentino después de muchísimos años. Fue un Gran Premio muy lindo”, comenzó describiendo el exdelantero de Independiente y Santamarina.
-¿Desde qué sector del autódromo lo viviste?
-Tuvimos un poco de todo. El Gran Premio arrancaba el viernes, pero yo estuve en el autódromo desde el jueves, día en el que hay espectáculos, entrevistas y demás. El circuito estaba cerrado, pero tuve la suerte de encontrar gente del automovilismo argentino que me facilitó el acceso. Jueves y viernes estuvimos en el paddock (zona de boxes) compartiendo ese espacio con los pilotos. Terminamos viviendo una experiencia hermosa.
Francesco, junto al australiano Oscar Piastri.
-Y con el condimento especial que significó el triunfo de Ferrari en Italia, su tierra de origen.
-Acá Ferrari es lo máximo, la gente se vuelve loca. El autódromo se pinta todo de rojo, no es la primera vez que gana la Ferrari con Leclerc acá. La vez anterior también estuvimos con mi hijo. Pero también fue impresionante la cantidad de banderas argentinas que hubo.
-¿Qué hay de sorprendente en lo interno de ese “circo” que monta la Fórmula 1 en cada país que visita?
-Hay distintos folclores. Nosotros vivimos a un kilómetro del autódromo y con mi hijo nos acercamos cada vez que escuchamos el ruido de un auto. Al autódromo lo conocemos completo cuando está vacío, cuando llega la Fórmula 1 es un mundo distinto. Las tribunas se llenan, tienen lugares asignados para los hinchas de cada equipo. Tenés un sector llamado prato, que es como una popular, en la que podés ocupar cualquier lugar. Después, tenés la parte VIP, del paddock, en la que encontrás todas las escuderías y ese circo armado para la “gente importante”. Es un mundo cerrado, con gente de mucho dinero o fama. Es un glamour de otro mundo. Todo eso lo había visto solamente por televisión. Está la parte de los edificios de cada equipo y, en otro lado la zona llamada hospitality, donde están los restaurantes, bares y demás cosas vinculadas a la fiesta de cada sponsor y de cada equipo. Gente de la federación argentina nos invitó a pasar unos días con ellos y pudimos acceder a esas zonas.
Luciano y Francesco Méndez, en el paddock de Monza.
-¿En esa zona tuviste acceso a pilotos como Verstappen o Hamilton?
-Sí, están todos y te podés cruzar con cualquiera. Ellos tienen sus horarios en los que pueden pasear tranquilos y otros en los que trabajan. Cruzamos pilotos que habían terminado su día de trabajo y estaban caminando. Estuvimos el jueves por la tarde y la mañana del viernes, después tuvimos que devolver la acreditación.
El prototipo 2030 de la Fórmula 1.
-¿Se vislumbraba altamente probable un triunfo de Ferrari?
-El candidato era McLaren, con Norris y Piastri. Pero la Fórmula 1 se puso muy linda, muy pareja. Por empezar, Red Bull ya no domina, no se puede saber qué pasó en el medio. Lo que se comenta es que le han quitado algo que lo hacía ser tan dominante. Hoy, es un auto como los demás. Por eso, Verstappen y Pérez no hacen la diferencia que hacían hasta hace unas carreras. En ésta, a Ferrari le dio resultado la estrategia de una sola parada, a McLaren le salió mal su plan. También Williams, con Colapinto y Albon, planeó una sola detención y le fue bien.
-¿Qué contacto tuvieron con Colapinto?
-Lo vimos, lo saludamos. No pudimos compartir mucho tiempo con él, más allá de que estábamos con gente amiga suya. Franco estuvo trabajando todo el fin de semana, mientras los pilotos de experiencia paseaban, él hacía pruebas con el auto y hablaba con su equipo sobre estrategias.
-¿Qué impresión te dejó Colapinto?
-Mis referencias son, sobre todo, por lo que veo en televisión. Y por lo que nos contaron quienes estaban allí rodeándolo. Con nosotros fue amable a la hora de saludarnos, pero no tuvimos el tiempo para charlar. Todos hablan maravillas de él, sobre su humildad, simpatía, te dicen que es como realmente se lo ha visto en las últimas notas que dio. Nos quedamos con ganas de compartir algo más con él, pero entendemos que realmente estuvo ocupado y no tuvo el tiempo. Al ser nuevo, tiene que trabajar muchísimo durante el fin de semana, como le tocará hacerlo en los próximos.
“Luchi” Méndez y Rubén Salerno, expiloto de TC que también presenció el debut de Colapinto.
-¿Cómo es tu día a día en Monza?
-Llegué para continuar mi carrera futbolística y lo hice por doce o trece años. Me retiré en 2019 y empecé a trabajar, estoy en una empresa que fabrica pastas. Lo conseguí a través del presidente de mi último club, en el que estuve durante seis años. En cuanto al fútbol, me dedico en lo que puedo, no tengo la disponibilidad de horarios para volcarme de lleno. Hago algunas intermediaciones con jugadores en la medida de mis posibilidades. Sigo ligado al fútbol por varios lados, sin tener algo estable.
-El automovilismo es también una pasión de los Méndez. Compartiste carreras de Fórmula 1 con tu papá Carlos y tu hermano Matías suele acompañar a Leonel Pernía.
-Sí, crecimos con la pasión de los autos, el fútbol y la pesca. Matías es mucho más fanático que yo en cuanto al automovilismo. Yo, cuando estaba en Argentina y jugaba al fútbol, a la únicas carreras que podía ir era a las de Balcarce. No tenía la posibilidad de seguir el automovilismo como lo sigo hoy en Italia. Con papá fuimos a ver la Fórmula 1 en Montecarlo, hace unos quince años. Y, desde que estoy en Monza, fui a todos los Grandes Premios que hubo aquí, salvo el del año de la pandemia. A Colapinto lo seguimos desde la Fórmula 3, verlo hoy en la Fórmula 1 nos pone súper contentos. Es una pasión que mi hijo también tiene. Ante cualquier ruido que sentimos desde casa, bajamos al autódromo a mirar la carrera que sea, siempre hay pruebas o algo.
Carlos y Luciano Méndez, en un Gran Premio de Mónaco.