Mariano Pernía: “Messi te lleva hacia donde quiere, dependés de que no tenga un buen día”
El exlateral recordó las veces que marcó al astro rosarino. “Si está inspirado, no tenés nada que hacer”, sintetizó. También describió a Cristiano Ronaldo, y repasó el Mundial que jugó con la selección española.

Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
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Para cualquier defensor, la proximidad de un partido en el que se enfrentará a Lionel Messi trae aparejadas emociones disímiles a las propias de un partido “convencional”. Es un encuentro que mentalmente empieza a jugarse varios días antes al pitazo inicial.
Por un lado, puede emerger cierto miedo escénico o temor al ridículo. Para los de más personalidad, quedará el disfrute, la motivación y, acaso, la llegada de un desafío inigualable.
Mariano Pernía, ese exlateral izquierdo, tenaz y de poderosísima pegada zurda, tuvo el privilegio de estar repetidas veces frente a frente con su compatriota.
Lo padeció con la camiseta de Getafe y también con la de Atlético de Madrid, dos de sus tres clubes en el fútbol español.
Pernía, formado futbolísticamente en Tandil (en Independiente), se proclama entre aquéllos que en la previa de enfrentar a Messi rebosaban de confianza, lejos de esquivar tan ardua faena.
“Está claro que enfrentar a ese tipo de jugadores es algo distinto, tenés un nerviosismo extra. Pero termina siendo algo satisfactorio, entrás re contra motivado. Siempre que salí a jugar contra ese tipo de jugadores lo hice con la confianza de que me iban a salir las cosas bien, si no, ni hubiese salido. Pero, en el fondo, sabés que dependés mucho de que ellos no tengan una buena tarde. Si están inspirados, no tenés nada que hacer”.
-¿Cómo te fue contra Messi en particular?
-Él, en esas épocas, jugaba distinto a cómo lo hace actualmente. Hoy, se tira más de media punta y toma un contacto más frecuente con la pelota. El Messi de antes tocaba pocos balones por partido, pero cuando lo hacía era muy determinante. Entonces, la pasabas mal. Después, cuando veías el resumen del partido, te encontrabas con que siempre terminaba haciendo uno o dos goles y dando otras tantas asistencias. Con él, en líneas generales, te va mal.
-Es de esos jugadores que te obligan a un enfoque de 90 minutos. Podés jugar 89 brillantes, anulándolo, y en el final arruina todo tu trabajo.
-Tal cual. Así son Messi y otros cracks de ese tipo. No necesitan hacer un gran partido para desequilibrar y que en el repaso del partido parezca que hayan hecho un montón o que vos no los marcaste bien. Quizá lo controlaste durante 85 minutos y, en los últimos cinco, te hace tres goles.
-¿Cuál era tu concepto previo a la hora de marcar a Messi?
-Lo que pasa con esos jugadores es que, normalmente, integran grandes equipos. A “Leo” Messi no lo vas a enfrentar jugando él para Osasuna, te lo encontrás jugando para Barcelona. Entonces, si ponés tu atención al cien por cien en Messi, descuidás a otros jugadores que también pueden hacerte daño. Es muy complejo.
-¿Cómo es el Messi persona dentro de la cancha?
-Muy bueno. Siempre se ha manejado con mucho respeto. Es un jugador al que nunca he visto cargar al rival, así su equipo vaya ganando 4 ó 5 a 0 jugando muy bien. Es incapaz de tirar un caño o un “firulete” porque sí, si lo hace es porque considera que tiene un sentido para el juego. Cuando tira un caño, es para ir hacia delante. Eso, como rival, no te molesta. Los que molestan son los que te toman el pelo.
-Una de sus jugadas predilectas es volcarse a la derecha y enganchar hacia el centro. Siendo vos un lateral izquierdo, habrán protagonizado duelos especiales. ¿Intentabas que vaya por afuera y así llevarlo hacia tu pierna hábil?
-En realidad, te lleva para donde quiere. Cuando salís a marcarlo, estás muerto, es prácticamente imposible detenerlo. Su gran capacidad es la de salir para el lado contrario al que vos querés que salga, y con la misma facilidad que para el otro sector.
-¿En Getafe, siendo un equipo más defensivo que Atlético de Madrid, te sentías más respaldado para frenarlo, apelando quizá a una marca escalonada?
-Por supuesto. Pero jugando para Getafe teníamos mucho menos la pelota, con lo cual nos atacaban permanentemente. Con Atlético a Barcelona le jugábamos más de igual a igual.
-También enfrentaste a Cristiano Ronaldo…
-Sí, son jugadores de características totalmente distintas. Con Cristiano, tenés que tratar de que no te encare con espacios. Si te la tira larga, te arruina. Pero, a mí, Messi se me hacía más complicado. Aunque logres que detenga su carrera, vuelve a arrancar. En cambio, Cristiano, si conseguís que frene y se quede sin espacios, termina dando un pase atrás. Y la idea es que ese tipo de jugadores no tengan la pelota.
-¿Y el Cristiano persona?
-También es muy correcto como rival. Por su manera de jugar, da la impresión de que te está cargando. Pero yo he visto partidos, cuando él jugaba para Real Madrid, en los que les íbamos ganando o empatando, y también tiraba “firuletes”. Ocurre que cuando lo hacés y vas ganando, queda como que lo hacés para cargar. Nunca tuve problemas con él, es muy respetuoso.
-¿Puede tildarse a Messi de más impredecible? Es sabido que Cristiano te va a desbordar con su capacidad física y que, en general, buscará resolver la jugada por sus propios medios.
-Son diferentes. Obviamente, a la hora de marcarlos, Messi es mucho más indescifrable, puede salir para cualquiera de los dos lados, y gambetearte con o sin espacio. Para marcar dentro del área, Cristiano es más complicado. “Leo”, al ser bajo, busca los espacios libres. Ronaldo te puede ganar aunque estés encima suyo. Se impone de cabeza, porque salta como un animal. A Messi lo enfrenté más veces y, personalmente, su estilo me complicaba más que el de Cristiano.
-¿Tener a esos monstruos a tus espaldas te condicionaba a la hora de pasar al ataque?
-Ellos pertenecen a grandes equipos, con lo cual el tuyo, ese día, es cuando menos ataca. Pero, más que por el hecho de que sea Messi o Cristiano Ronaldo, porque estás jugando contra Barcelona o Real Madrid y tienen la pelota siempre ellos. Pero, más allá de ello, yo no miraba qué delantero tenía enfrente, si tenía la posibilidad de subir, subía. Pero, claramente, lo hacía menos que en otro tipo de partidos.
-Ambos están vistos como las dos grandes estrellas del fútbol actual, pero seguramente has enfrentado a otros atacantes, de menor renombre, que te han complicado de manera similar.
-Todos eran complicados en la liga española, si no, no hubiesen llegado hasta ahí. He tenido partidos buenos y malos, pero a veces depende más de cómo está tu equipo, no tanto de a quién tengas enfrente. Es difícil hacer un buen partido cuando tu equipo está mal.
El Mariano “colchonero”
-¿Qué te dejó el paso por Atlético de Madrid?
-Los mejores recuerdos. Se me dio la posibilidad de estar en un equipo grande de Europa, algo que no todos pueden lograr. Tuve cuatro años magníficos, logrando un título en el último (N. de R.: Europa League 2009/10), algo que fue maravilloso.
-¿Cómo ves al club actualmente?
-Muy bien, volvió con todo después de la pandemia. Está sacando un montón de puntos. No me extraña para nada porque, seguramente, el “Cholo” (Diego Simeone) durante el receso los ha vuelto locos a los jugadores con que se mantengan bien, entrenen, con videollamadas y demás.
-¿Es Simeone un técnico idóneo para la selección?
-Me gusta mucho porque tiene la capacidad para contagiar esa garra que tenía como jugador. No es fácil convencer al futbolista de que tiene que correr y meter, y de que es capaz de lograr un montón de cosas con menos armas, como lo ha conseguido en Atlético de Madrid. No sé si merece o no ser el técnico de la selección, obviamente es uno de los que yo tendría en carpeta para ocupar ese cargo.
-Con un mérito innegable de meter al Atlético en la conversación entre los dos grandes históricos de España.
-Sí. Atlético ha venido trabajando muy fuerte a nivel dirigencial desde que yo tuve la suerte de ir. Miguel Ángel Gil comenzó un trabajo muy serio, él es el gran responsable de que hoy el Atlético esté como está. La frutilla del postre fue la llegada de “Cholo” y, con ello, la gran cantidad de buenos resultados que se lograron.
-Antes del Atlético, tu ciclo en Getafe, con otros objetivos.
-Claro, en Atlético, como en Independiente o en otros clubes en los que he estado, estaba la permanente responsabilidad de ganar, aunque enfrentáramos a otro equipo grande. Hay mucho de cierto en que cada equipo juega “su liga”. Y en esa época, la liga de Getafe era la lucha por no descender. Igualmente, teníamos un poquito menos de presión que en el Atlético.
Récord
-En la 2005/06 estableciste el record de defensor con más goles en una temporada de liga española, señalando diez para Getafe. Días atrás, Sergio Ramos alcanzó esa marca y podría superarla.
-Exacto. Es impresionante ser uno de los cuatro defensores que convertimos diez veces en una misma liga. Pero Sergio lo va a superar, quedan tres fechas y él es el encargado de patear los penales, y al Madrid seguramente algún penal más le van a dar.
-¿Es más meritorio que de los tuyos sólo dos hayan sido de penal?
-Y…no sé. Lo de Sergio Ramos también es meritorio, porque se ganó el derecho de ser el encargado de ejecutar penales en un equipo lleno de cracks. Lograr eso siendo defensor no es fácil.
-¿Lo considerás un defensor top a nivel mundial?
-El mejor. Es un jugador que quedará marcado en la historia. Logró muchísimos títulos y permanecer un larguísimo tiempo en Real Madrid, rindiendo en un grandísimo nivel.
Stress mundial
En 2006, la lesión de Asier Del Horno le abrió las puertas de un Mundial a Mariano Pernía, quien de no haber sido parte de la nómina de la selección español pasó a ser titular en tres de los cuatro partidos que disputó “La Roja” en esa cita ecuménica de Alemania, ganada por la Italia de Mauro Camoranesi.
“Es una experiencia única en la vida de un futbolista. Somos pocos los privilegiados, ser uno de ellos me enorgullece”, repasa Pernía a catorce años del evento.
-¿Dónde está el salto de calidad en ese torneo respecto al día a día de una liga?
-Y…están los mejores del mundo de cada posición. En los entrenamientos, no ves nada malo. El nivel de prácticas y de exigencia que hay en un seleccionado que se prepara para un Mundial es grandísimo. Me tocó estar también en toda las Eliminatorias para una Eurocopa y es un poquito más relajado. El Mundial representa un stress continuo, cada entrenamiento se vivía al máximo.
Con Gallardo, en Uruguay
-¿Qué te dejó tu vínculo con Gallardo en Nacional de Montevideo?
-No lo conozco como técnico, no tuve la suerte de ir a ver entrenamientos comandados por él pero, como jugador, prácticamente era un entrenador más. Por los consejos que daba, por cómo ordenaba al equipo dentro de la cancha, por su manera de hablar. No me extraña todo lo que está logrando porque, además, tiene una personalidad impresionante.
-¿Era ese compañero al que se le ve cierta “pasta” para ser entrenador?
-Sin dudas, se notaba que tenía todo para ser lo que es actualmente.