Murió Cupeiro, ícono del automovilismo argentino

El automovilismo argentino está de duelo. El “Gallego” Jorge Cupeiro, uno de los actores relevantes de la década del 60, se fue hace pocas horas. Protagonista sobresaliente de un tiempo brillante de los deportes mecánicos, acopiando más de cuarenta victorias en todas las categorías que intervino, entre ellas el TC, administrando el histórico Chevitú, uno de los vehículos que cambió la historia de la folklórica categoría. También integró en 1969, la Misión Argentina con los Torino. en el mítico trazado teutón de Nürburgring.
Nació el 15 de octubre de 1937 en la Ciudad de Buenos Aires. Inició su derrotero en las dos ruedas, entre los 18 a los 23 años compitió en 50 cm3, 250 cm3 y 350 cm3 en nuestro país y en Chile. Más de trescientas carreras, en una etapa excepcional del motociclismo, con domingos de hasta cinco carreras en distintas divisionales y con marcas diversas, NSU, Guzzi, Gilera, Aermacchi y Honda.
En el automovilismo, tuvo la tutela de otra gloria nacional, como José “Pepe” González, quien lo catapultó a las categorías más importantes a nivel nacional. Froilán le confió un MA Fórmula 1, un chasis Maserati 4CLT al que le había colocado un Chevrolet 6. Fue en 1963 que debutó con esa máquina, en un escenario conformado por una recta con dos retomes en la costanera de Santa Fe. En su evolución del motor utilizado llegó a dar 255 HP en el banco de pruebas y en la segunda carrera lograba el triunfo en el circuito de Esperanza.
Luego, la intuición de Froilán González fue determinante para otro paso, donde Jorge Cupeiro fue protagonista. Saltaba a los primeros lugares en el automovilismo, conduciendo el Chevrolet Súper Nova que cambió para siempre la historia del TC.
Ese auto lo importó González de los Estados Unidos. En 1965 obtenía nueve conquistas y le peleó el título a los hermanos de Olavarría, Dante y Torcuato Emiliozzi (Ford), que lo superaron en la última fecha. En 1966 hubo otros tres triunfos (General Pico, Buenos Aires y San Antonio de Areco).
Fue tal la revolución que generó el Chevitú que hubo gente que le tiró piedras porque representó el principio del fin de las cupecitas en el TC. Si bien antes, el Ford Falcon hizo su ingreso, con el éxito del auto de Cupeiro se promovió una renovación del parque en el TC que en los años siguientes tuvo a los coches que se conocen hoy.
Merced a su destacada intervención y lucidas carreras, Cupeiro fue apuntado para la Escudería Automundo de Fórmula 3. Era un equipo argentino que participó en Europa en 1966. Tuvo la chance de poder correr en la Fórmula 1, aunque el ambiente no le gustó y decidió volverse a la Argentina.
En el automovilismo nacional, además del TC, corrió en Turismo Standard, Anexo J, Turismo Mejorado, Mecánica Argentina Fórmula Uno y Sport Prototipos.
Participó en el Campeonato Mundial de Endurance que corrió los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires entre 1970 y 1971.
Otras de sus notables entregas, fue la participación en la Misión Argentina, que descolló en Nürburgring en 1969. Ilustre patriada con los Torino y el equipo, liderado por el quíntuple Juan Manuel Fangio y el responsable técnico Oreste Berta. Con la máquina número 2, compartió el auto con el “Flaco” Gastón Carlos Perkins, y el “Chino” Eduardo Rodriguez Canedo. Gran protagonista el territorio germano, liderando buena parte del desafío, desertando por un fuera de pista.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu email
Sus laureles
Sus 41 triunfos entre 1960 y 1971 marcan la altura y talento de un grande. Tres en Turismo Standard (NSU,Alfa Romeo), nueve en Turismo Anexo “J” (Alfa Romeo, Porche, Jaguar, Torino), una en Sport (Jaguar), cuatro en Turismo Mejorado (Alfa Romeo, Fiat 1500), cuatro en Mecánica Argentina F1 (Maserati-Chevrolet, Trueno-Chevrolet), quince en Turismo Carretera (Chevitú, Liebre III-Chevrolet, Chevrolet 400), cinco en Sport Prototipos (Martos-Chevrolet, Baufer-Chevrolet.
Una de las últimas notas
El querido “Gallego” Jorge Cupeiro habló hace algo más de dos meses en Acelerando a Fondo por AM 1180, con “Leo” Moreno Labat y Gerardo Rodríguez, recordando la época de oro del TC, sus luchas con los Emiliozzi, la incursión con el Chevitú, sus triunfos, y puso énfasis en el veloz circuito Vuelta a La Carretera. El recuerdo a un grande del automovilismo argentino, que ayer partió a los pagos del silencio.