-¿A qué atribuís la mejoría que tuvo Santamarina?-El armado del equipo se hizo un poco tarde y eso se notó en las primeras fechas. De todas maneras, perdimos algunos partidos por errores puntuales propios. Pero fuimos mejorando, y en un partido clave como con Rafaela, nos hicimos fuertes y empezó la remontada.-¿Preocupa cierta falta de solidez defensiva?-Seguro, por ahí en el torneo pasado hacíamos un gol y ganábamos 1-0. En las últimas fechas recibimos dos goles de Quilmes y tres de Sarmiento. Capaz que el equipo anterior tenía mayor experiencia y podía manejar mejor los partidos. Debemos recuperar esa característica.-¿Sentís el respeto de los rivales cuando vienen a jugar a Tandil?-En el discurso, Santamarina parece accesible. Pero en la cancha se terminan dando cuenta de que somos un equipo difícil. Nosotros no tenemos mucho, pero sabemos hacernos valer.-Además, tienen el mérito de haberse levantado tras un comienzo adverso.-Esa fue la base para este equipo. O nos hundíamos, o nos levantábamos. Por eso decía que el partido con Rafaela fue clave. Ahora quedan cuatro fechas para terminar el año, y si hacemos las cosas bien nos podemos meter en una buena posición en la tabla.-¿Se plantean objetivos a corto plazo?-La realidad es que la categoría es pareja, y cada resultado te levanta o te baja. Nosotros debemos pensar en cada partido, no ir mucho más lejos.-¿Qué conocés de Villa Dálmine?-Es un equipo que juega con enganche, algo que no se ve demasiado en la B Nacional ni en Primera. Tampoco tiene los nombres de otros en la categoría, pero sabe a qué juega, por algo sumó los puntos que sumó.-¿En lo personal, en qué momento te encontrás?-En el torneo pasado me sentí muy bien, porque el conjunto alcanzó un nivel interesante. Y ahora, el comienzo no fue de lo mejor, pero la levantada del equipo también me ayudó. He ocupado distintas posiciones y trato de darle variantes al técnico. Me da mucha confianza el entendimiento con Martín Michel, que generalmente es el que finaliza las jugadas.-Te conocimos en Sportivo Belgrano de San Francisco y eras delantero por afuera, de encarar uno contra uno. ¿Fuiste cambiando características?-Ahí iba por los dos costados, con un enganche como Francia y un delantero de área como Aróstegui. Con el tiempo, el cambio de ritmo no es el mismo. Entonces, trato de resolver con un pase o con triangulaciones, que es lo que termina desequilibrando a los rivales.-Llegaste desde un gigante del interior como Talleres. ¿Cómo viviste ese cambio y qué tan grandes son las diferencias con un club como Santamarina?-De Talleres me fui con la satisfacción de haber hecho las cosas bien, aunque me haya quedado la espina de no poder jugar en Primera. Y las diferencias son grandes.En Talleres, por ejemplo, tenés todo a tu disposición y la única preocupación es jugar. En Santamarina, el sacrificio es de los jugadores, sin desmerecer al resto. Por ahí no hay canchas para entrenar, o se hacen viajes largos en colectivo sin que sea en las mejores condiciones. Entonces, el amor propio tiene que aparecer y el grupo de jugadores siempre está predispuesto para dar lo mejor.]]>