River jugará en el mítico Rose Bowl, un templo del fútbol mundial en tierra ajena
El equipo argentino enfrentará a Monterrey en un escenario único: el estadio californiano que fue sede de la final del Mundial 1994 y símbolo de la historia deportiva de Estados Unidos.
Este sábado 21 de junio, River Plate disputará su segundo partido en el Mundial de Clubes frente a Monterrey de México. Pero no será un encuentro más, se jugará en el legendario Rose Bowl de Pasadena, quizás el único estadio de Estados Unidos que puede considerarse parte de la historia grande del fútbol mundial.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn un país donde el fútbol (o "soccer") ocupa un lugar secundario frente a deportes como el béisbol, el básquetbol y el fútbol americano, el Rose Bowl es una excepción. Su trascendencia no radica en la cantidad de partidos que ha albergado, sino en la calidad e importancia de algunos de ellos.
Ubicado en Pasadena, California, el estadio fue inaugurado en la década de 1920 como sede del “Rose Bowl Game”, un tradicional encuentro de fútbol americano universitario. A lo largo del siglo, fue ganando peso simbólico hasta convertirse en Monumento Histórico Nacional. Su nombre, su forma y su legado están profundamente arraigados en la cultura deportiva estadounidense.
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Un estadio con historia mundialista
El Rose Bowl es uno de los 20 estadios en el mundo que han albergado una final de la Copa del Mundo masculina. Fue en 1994, cuando Brasil venció a Italia por penales tras 120 minutos sin goles, ganando así su cuarto título. Esa final fue la única sin goles en el tiempo reglamentario y significó la consagración de una generación histórica de la verdeamarela.
Además, el Rose Bowl también fue sede de la final del Mundial femenino en 1999, compartiendo ese privilegio doble con el estadio Rasunda de Estocolmo. En total, albergó ocho partidos de la Copa del Mundo 1994, incluyendo triunfos memorables como el de Rumania ante Colombia, y el de Argentina ante Nigeria.
Un escenario especial para River
Con capacidad para casi 90.000 espectadores, el estadio de Pasadena se suma a la historia de River Plate, que buscará dejar su huella en un campo mítico. En un país que no respira fútbol como otros rincones del planeta, jugar en el Rose Bowl es una oportunidad de conectar con lo más profundo de la historia del deporte más popular del mundo.
Pasadena, tranquila y elegante, ubicada en el condado de Los Ángeles, no tiene el vértigo urbano de su vecina ciudad. Pero sí posee un nombre inscrito en la memoria del fútbol global.