Santiago Díaz se alimenta de otro sueño mundialista
En julio, el tandilense competirá en Brasil. Buscará recuperar el título de la Cbjje que obtuvo en 2018.

Por Fernando Izquierdo, de esta Redacción
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Del 23 al 26 de julio, en la ciudad brasileña de San Pablo, el Mundial de brazilian jiu jitsu organizado por la Cbjje volverá a tener como protagonista a Santiago Díaz.
El luchador tandilense intentará volver a reinar a nivel ecuménico en esa federación luego de subirse a lo más alto del podio en 2018 y obtener la medalla plateada el año pasado.
A poco más de cinco meses de este nuevo desafío, Díaz compartió sus sensaciones con El Eco de Tandil:
“Vengo entrenando de manera ardua para poder recuperar el título que conseguí en 2018. El año pasado, perdí la final. Entre esas dos ediciones hubo diferencias, a partir de cuestiones económicas. En 2018 viajé en avión y en 2019 lo hice en colectivo, algo que hizo una diferencia. Competir después de setenta horas de viaje es bastante complicado. Los sueños y las metas siempre son altos. Siempre uno encuentra rivales nuevos, la mayoría vive de esto, algo que yo no puedo hacer”, comenzó expresando Díaz, único tandilense en consagrarse mundialmente en las entidades Cbjje y Fijjd.
-¿En estos torneos encontrás un nivel muy superior al de tus entrenamientos?
-Tal cual. Pero más allá de eso, voy con altas expectativas. Siempre he apostado a mi carrera. En 2014 vendí mi camión para poder viajar. Ese año fui campeón bahiano, luego brasileño, pude además llevar alumnos que se destacaron y siguieron su camino. Trato de expandir la disciplina y que los alumnos que llevo puedan ver su futuro. Este año, apunto nuevamente a competir en San Pablo, a mediados de año, en el Mundial de la Cbjje, iré por una nueva medalla.
-¿Cómo transcurre tu preparación?
-Tengo cinco meses por delante hasta el Mundial. Mis entrenamientos son a diario en Tandil y los voy mechando con viajes a Buenos Aires. Y, mi idea es, al menos dos semanas antes, prepararme en San Pablo, donde se realizará el certamen. Allá, el entrenamiento será diferente y uno tiene que aclimatarse al lugar. Hay también un factor psicológico, no es lo mismo bajarte del bondi a luchar que estar allá con cierto tiempo de anticipación. A veces, el cansancio es más mental que físico, estar setenta horas arriba de un colectivo te harta. Mi idea es conseguir nuevos patrocinadores, tengo algunas firmas de Tandil que siempre me apoyan, pero chicas. Mi necesidad económica pasa también porque voy a llevar a dos alumnos míos, lo más costoso son los pasajes de avión.
-Desde lo técnico, ¿con qué disciplina puede emparentarse al brazilian jiu jitsu?
-Con el judo. En ambos casos, la lucha comienza arriba y termina en el piso. Lo que siempre aclaro es que el jiu jitsu es una cuestión de técnica y de estrategia más que de fuerza. En el Mundial 2018, me enfrenté con un campeón de crossfit, muy fuerte. Me derribó de entrada y, después, usando cierta estrategia pude dar vuelta el combate. En Tandil, hay mucha gente que practica esta disciplina y siempre estamos abiertos a trabajar en su difusión y a abrirles las puertas a todos.
-¿Cómo es tu entrenamiento en el día a día?
-Entreno lunes, miércoles y viernes, y los sábados a fondo Salgo a correr o a andar en bicicleta. También hago algo de pesas o crossfit. Pero tampoco es bueno excederse con ello, porque uno debe mantener cierta laxitud. Y algo que me cambió absolutamente para bien es el yoga, donde trabajo elasticidad, respiración y coordinación. Y, además, tengo la parte de lucha. Personalmente, considero que lo importante es la calidad del entrenamiento, no tanto la cantidad. A mí, lo que más me cuesta es la dieta. Tener que rechazar invitaciones a asados y demás.