Séptimo caso
Tigre se convirtió ayer en el séptimo equipo sudamericano de una categoría de ascenso en jugar la Copa Libertadores, derecho obtenido en su caso por su consagración en la Copa de la Superliga, que entregó una plaza para la máxima cita continental.
El primer caso se dio en 1992 con Criciuma, de Santa Catarina, al obtener en 1991 desde la Serie B la Copa de Brasil. Llegó a cuartos de final.
Santo André, en 2005, también clasificó por la Copa de Brasil, un año antes. Este equipo de San Pablo no pasó la primera ronda.
En 2006 sucedió lo mismo con Paulista, de la localidad de Jundaí, campeón de la Copa de Brasil 2005. Tuvo un resonante triunfo contra River, 2-1, pero no pasó la fase de grupos.
Jorge Wilstermann, de Cochabamba, jugó la Libertadores de 2011 tras ganar el Torneo Apertura 2010 de Bolivia, pero hizo un mal segundo semestre y descendió. No superó la fase de grupos.
A Palmeiras, rival de Tigre ayer, le pasó lo mismo y jugó la Libertadores de 2013 luego de ganar la Copa de Brasil de 2012 y descender ese mismo año; el conjunto paulista alcanzó los octavos de final.
El último caso se dio en la Libertadores de 2018 con Santiago Wanderers, que fue campeón de la Copa de Chile 2017 pero luego descendió por promoción. No jugó en la fase de grupos al quedar eliminado en la fase previa 3. (Télam)