Parmigiani, en una academia de golf de Estados Unidos
La tandilense cuenta su día a día en Norteamérica.

Agostina Parmigiani fue una de las más destacadas golfistas que tuvo Tandil, que no sólo se consagró campeona en la ciudad (individual y en pareja) sino que obtuvo varios títulos a nivel internacional, llegando a figurar en el puesto 18 en el ranking mundial amateur en 2010.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailFue campeona argentina de menores en 2006, campeona argentina juvenil en 2007, 2008 y 2010 y campeona sudamericana prejuvenil y juvenil, entre otros varios logros descollantes.
En 2003 obtuvo el Movediza de plata, siendo ésa la primera vez en la historia que se otorgó tal distinción a un golfista.
Justamente esta semana se la pudo ver por televisión acompañando a Sofía García en el US Open y por tal motivo la contactamos.
-¿Cómo transcurre tu trabajo en Estados Unidos?
- Sí. Hace un tiempo ya. Y muy feliz. La verdad es que fue de un día para el otro, así, literal. Y no me lo esperaba. Yo trabajaba en el Centro de Alto Rendimiento de la Asociación Argentina de Golf, un día me llamó Hernán Rey para comentarme que estaban buscando a una coach mujer para su academia en Orlando, que yo encajaba en el perfil que pretendía ya que además de coach, podría hacer la parte de fitness de los alumnos porque mi título universitario es ése. Después de unos días y algunas entrevistas, comenzamos con los trámites para poder hacerlo y por suerte todo salió muy bien
-¿Cómo es un día tuyo en la Academia?
-Estamos de lunes a viernes de 9 a 12 y de 14 a 18.30. Por la mañana, con alumnos de “corto tiempo”, algo que puede ser desde una clase de una hora a seis meses. Hacemos rotaciones en las distintas áreas de juego y por la tarde esos alumnos van a la cancha, mientras que llegan los alumnos “full timers”, que son los que van al colegio por la mañana y están desde agosto hasta mayo, que es lo que dura su ciclo escolar. Con ellos también realizamos rotaciones técnicas, salidas a la cancha, entrenamiento de fitness y charlas de coaching. La idea de Hernán es siempre que haya un coach cada cuatro alumnos máximo, así es bien personalizado.
Luego de ese horario, también tenemos a nuestros alumnos online desde distintos lugares de Latinoamérica, cuestión que con la pandemia, obviamente, creció bastante.
Por último, los fines de semana están reservados para asistir a los chicos en los torneos o realizar viajes para entrenar alumnos de otros países o realizar capacitaciones a profesores (sobre todo en Centroamérica).
-¿Cómo te sentís con el cambio de vida, de país y de cultura?
-Sinceramente, estoy muy contenta con la decisión que tomé. Siento que tanto personal como profesionalmente estoy creciendo mucho. Me gusta la ciudad y el país, sobre todo por la seguridad y la tranquilidad con que se vive. De todos modos, no puedo negar que se extraña mucho a los seres queridos pero por suerte la tecnología nos ayuda. No sé si en otros tiempos me hubiese adaptado tan fácil.
-¿Ahora acompañando a Sofía García en el US Open?
- Si!!!!!!! ¿La verdad? , estoy muy orgullosa, primero por el hecho de que Sofía haya logrado la clasificación y luego de que me haya pedido que la acompañara esta semana. Hace tiempo “Sofi” trabaja con nosotros en la Academia y hemos visto su paso de ser una de las mejores jugadoras de la Universidad de Texas Tech a obtener el status del Epson Tour y ahora lograr esta clasificación. Será un gran desafío y esperamos hacer un buen torneo.
-¿Cuáles son tus planes para el futuro?
-Me gustaría quedarme en la Academia por un largo tiempo, siento que tengo una capacitación constante tanto de Hernán como de los coach. Estados Unidos es primer mundo y en nuestra profesión también podemos acceder a capacitaciones, torneos y experiencias, algo de lo cual quizás desde Argentina estamos un poco más lejos y es difícil poder concretar.
-Sabemos de tu cariño especial por el Tandil Golf Club. ¿Siempre se vuelve?
-Sí, definitivamente. Tandil Golf Club fue mi segunda casa por muchos años y en mi carrera como jugadora no había nada más importante que dejar al club lo más arriba posible. Cuando voy a Tandil, paso siempre por ahí a saludar y hasta hemos hecho algunas actividades con el TrackMan de Leandro Venacio con la Escuelita y “Nacho” Verellén. Es lindo ver cómo los chicos de ahora tienen todas las herramientas para seguir mejorando y como siempre la Escuela de Tandil Golf Club es un ejemplo para todas las escuelas del país.