El optimismo pasa de bonos a acciones ¿seguirá la economía real?
Un análisis de la licenciada Guillermina Simonetta.

Ya estamos en el quinto mes del año, y hasta el momento podemos decir que el balance se inclina positivo para Argentina, con un fuerte desempeño fiscal y una marcada disminución en la inflación. Aunque el Banco Central aún no muestra señales de acelerar la salida del CEPO, redujo la tasa de política monetaria tres veces en el último mes de abril. A pesar de los fuertes ajustes en tarifas y puntos sensibles como prepagas y recortes a universidades, las bajas que se están percibiendo en precios de
alimentos dejan una sensación de respiro para los consumidores, hecho que no se vislumbraba que fuera factible tan pronto con la escalada inflacionaria sufrida en 2023 y en el arranque del año.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa mejora en las cuentas fiscales y la colocación del Bono Bopreal, (para la deuda de importadores y en breve para el giro de utilidades a casas matrices), le permitieron al Banco Central cambiar diametralmente la dinámica de la política monetaria. Se pasó a emitir moneda a un menor ritmo que su demanda, lo que permitió que la economía pasara de tener un excedente a faltante de pesos. Así como el sobrante de pesos había generado pérdidas de reservas en el Banco Central, aumentos en el precio del dólar libre y un importante ascenso en la tasa de inflación; el faltante de pesos produjo lo contrario: la autoridad monetaria comenzó a comprar reservas, el dólar libre bajó en términos reales y la tasa de inflación también comenzó a bajar.
El favorable cambio en el clima financiero ha sido muy importante: además de los resultados de la nueva política monetaria, los mercados registraron una fuerte caída tanto en la brecha cambiaria como en la prima de riesgo país, mientras que las cotizaciones de las acciones en los mercados bursátiles mostraron un importante ascenso.