Alerta sobre el futuro previsional argentino: urge una reforma integral
En medio de un clima de incertidumbre y debate, el especialista en jubilaciones, Diego Blundo, analizó la situación actual del sistema previsional argentino, tras la aprobación en el Congreso de un proyecto de ley que impacta directamente en los haberes jubilatorios y en el bono de las mínimas.
Blundo enfatizó la necesidad urgente de una reforma integral para garantizar la sostenibilidad del sistema a futuro.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl proyecto de ley aprobado por Diputados y Senadores propone un aumento del 7,2% en todas las jubilaciones y un incremento del bono para las jubilaciones mínimas, que pasaría de $70.000 a $110.000 pesos. Este bono, que hoy percibe aproximadamente la mitad del padrón de jubilados, se actualizaría mensualmente por el Índice de Precios al Consumidor. A pesar de que la medida parece un avance, Blundo señaló que, para el jubilado individual, un aumento del 7,2% es "muy poco" y no representa un cambio significativo en su calidad de vida.
Este proyecto, sin embargo, conlleva un impacto fiscal considerable, cercano al 2% del Producto Bruto Interno, lo que ha generado preocupación en el Poder Ejecutivo. El presidente cuenta con 10 días hábiles para vetar la ley, una herramienta prevista en la Constitución Nacional que impide su entrada en vigencia. No obstante, el Congreso tiene la facultad de insistir con la ley si logra reunir las dos terceras partes de los votos de los miembros presentes en ambas cámaras. Esta es una posibilidad real para el aumento de las jubilaciones, aunque para otras medidas como la moratoria previsional sería más difícil. Blundo recordó que este mecanismo no es nuevo, citando el veto de Cristina Kirchner al 82% móvil en su momento.
La conversación se centró en la problemática de la financiación del sistema previsional. Blundo refutó la idea de que ya no se necesiten muchos trabajadores activos para sostener a los jubilados, indicando que el ideal sigue siendo de cuatro o cinco trabajadores en actividad por cada jubilado. La realidad actual en Argentina es alarmante, con solo 1.7 trabajadores activos por cada jubilado, una cifra "imposible" de sostener. El sistema hoy se financia principalmente con impuestos indirectos como el IVA y los impuestos a los combustibles, lo que encarece todos los productos y servicios para la población en general.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta el sistema son las consecuencias de las pasadas moratorias previsionales, que permitieron la jubilación de personas sin los 30 años de aportes requeridos. Blundo estimó que más de la mitad de quienes hoy cobran la jubilación mínima lo hacen por haber ingresado al sistema mediante estas moratorias. Si bien desde una perspectiva social y humana estas moratorias fueron necesarias para amparar a una gran parte de la población que no pudo aportar (como mujeres dedicadas al hogar, trabajadores rurales o empleadas domésticas debido a culturas laborales del pasado), su impacto financiero es innegable.
A nivel global, los sistemas jubilatorios enfrentan problemas similares: baja natalidad y el aumento de la expectativa de vida. Países como Italia y España están considerando soluciones como el aumento gradual de la edad jubilatoria. En Argentina, Blundo insiste en la necesidad de más actividad económica y más trabajadores registrados en blanco como la solución fundamental.
Actualmente, para quienes están activos y les faltan aportes, existe un plan de pago de deuda previsional, que permite "comprar" años de aportes faltantes hasta marzo de 2012. Sin embargo, este mecanismo es costoso, con cada mes de aporte rondando los 30.000 pesos, lo que lo hace inaccesible para muchos.
Blundo también destacó la disparidad en los haberes jubilatorios, donde un empleado puede terminar cobrando el doble que el dueño de un comercio, debido a que el trabajador en relación de dependencia cuenta con aportes dobles (su propio 11% y el aporte patronal), a diferencia de los monotributistas o autónomos, que generalmente cobran la mínima por sus bajos aportes. En promedio, una jubilación hoy representa entre un 60% y un 70% del salario de un trabajador en actividad, una "caída muy abrupta" que lleva a muchos jubilados a tener que seguir trabajando para cubrir sus necesidades básicas.
Finalmente, el especialista recalcó que la reforma previsional debe ser una "causa de estado". Proponiendo un encuentro de personas destacadas de todas las orientaciones políticas para diseñar un sistema a futuro, para los próximos 40 o 50 años. Advirtió que, de no hacerlo, la discusión sobre la falta de fondos para las jubilaciones seguirá siendo la misma en las próximas décadas. La falta de interés de las nuevas generaciones en aportar al sistema, al observar la situación actual de los jubilados, agrava aún más el panorama a largo plazo. Para el Blundo, la solución no es mágica, requiere "poner el corazón y la cabeza" para construir un futuro mejor para todos los argentinos.