Aranceles de Trump y su golpe a la economía Argentina
Omar Farah en comunicación con El Eco Streaming, explicó cómo esta política afecta a la Argentina, dificultando acuerdos comerciales y generando incertidumbre debido a la globalización de la economía.
Farah ofreció su visión sobre las recientes medidas proteccionistas implementadas por Estados Unidos y su repercusión en la economía argentina. Según Farah, los efectos ya son visibles: "A nuestro país ya lo afectó porque incluso algunos acuerdos y variantes que se estaban manejando ya se han dificultado y están trabados". Enfatizó que, en un mundo tan globalizado, cualquier movimiento en una economía de gran influencia como la estadounidense afecta directamente a países emergentes como el nuestro.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl origen de estas medidas no es difícil de entender, pero subrayó que "aunque no puedo analizar las políticas de Estados Unidos, a nosotros nos repercute directamente". En su opinión, aunque las tensiones actuales son el resultado de un contexto de "desesperación", lo que se espera es que se logre un acuerdo mediante negociaciones entre los países involucrados. Sin embargo, destacó que los efectos de las políticas fiscales y monetarias de Estados Unidos tienen un impacto directo en Argentina, desde las tasas de interés hasta la financiación internacional.
Farah detalló que las consecuencias ya son evidentes a nivel global, con caídas en las bolsas internacionales y una baja en los precios de los commodities, lo cual afecta la economía argentina. "Aunque muchas empresas argentinas no son proveedoras directas de Estados Unidos, seguramente abastecen a empresas que, al final, terminan exportando hacia ese mercado". Este fenómeno, impacta en el empleo, la financiación y en las políticas económicas nacionales, como los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional, los cuales se verían modificados por las nuevas condiciones globales.
En cuanto a la situación interna de Argentina, reconoció los esfuerzos realizados, pero advirtió que cualquier caída en los ingresos fiscales desequilibra rápidamente el presupuesto. "El superávit fiscal ya terminó y no podemos contar con la misma financiación estatal que en 2008. Ahora depende de la fortaleza de las empresas y sectores privados", expresó.
Cuando se le consultó sobre la posibilidad de que la crisis abra nuevas oportunidades de mercado, Farah fue enfático: "Las medidas de Estados Unidos no son una oportunidad para aumentar nuestras exportaciones, sino un riesgo para que disminuyan". En su análisis, el cierre de mercados como el de China y las nuevas restricciones estadounidenses podrían provocar un excedente de oferta en el mercado global, lo que, a su vez, podría hacer bajar los precios de los productos. Aunque los aranceles "recíprocos" de tipo espejo entre países podrían equilibrar las tarifas, Argentina enfrenta un desafío con los aranceles actuales, especialmente debido a los acuerdos con el Mercosur.
Farah también subrayó la vulnerabilidad de la economía argentina, destacando que "somos una economía muy susceptible a lo que sucede a nivel mundial". Explicó que cualquier cambio en el flujo de inversión y el acceso a financiación afecta gravemente al país. A pesar de la incertidumbre, se mostró cauto sobre la permanencia de las políticas proteccionistas de Estados Unidos. "No está dicho que esto sea definitivo. A pesar del impacto inicial, se están llevando a cabo negociaciones con muchos países, y todo apunta a que se solucionará".
Consultado sobre el impacto de estas medidas en Tandil, Farah reconoció que la situación está complicando las operaciones comerciales, con parálisis en la financiación y fluctuaciones en los precios de los productos. "Lo que más se afecta es la financiación y el acuerdo con el Fondo Monetario. Dependemos de que la situación se resuelva para evitar que impacte en el tipo de cambio y en la economía local", destacó.
Concluyó que lo peor que podría hacer Argentina es tomar decisiones precipitadas en base a esta situación. "No creo que las medidas sean definitivas. Este proceso de negociación llevará tiempo, y es importante no tomar decisiones apresuradas mientras se ajustan las políticas a nivel global". La clave, según Farah, radica en mantener la calma y seguir negociando con todos los actores internacionales para encontrar una solución viable.