Gustavo Marangoni: disputas políticas, grieta y economía actual en Argentina
Gustavo Marangoni, ex presidente del Banco Provincia y analista político, ofrece un panorama de la coyuntura política y económica de Argentina. Su análisis se enmarca en su participación como disertante en un evento para el sector automotriz.
En el marco de una convención regional para el sector automotriz en la que participó como disertante, el conocido analista político y ex director del Banco de la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Marangoni, ofreció su visión sobre la compleja coyuntura que atraviesa la Argentina.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailDesde el plano político, Marangoni señaló que las recientes elecciones provinciales han evidenciado la solidez de los oficialismos locales, con la posible excepción de la Ciudad de Buenos Aires en el próximo comicio. Un punto central de su análisis se centró en la disputa por el liderazgo dentro del "mundo no peronista" entre el presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri. Según Marangoni, el presidente Milei busca imponer su jefatura en ese espacio, optando por incorporar dirigentes individuales del PRO, como Patricia Bullrich o Luis Caputo, en lugar de conformar una coalición de pares con el partido. Esta estrategia choca con la resistencia de Mauricio Macri, y el resultado de la elección en la Ciudad de Buenos Aires será un factor determinante para ver si la estrategia de Macri de no acatar esa jefatura podrá perseverar. Marangoni sugirió que Macri quizás "calibró mal" la actitud y el temperamento del presidente Milei, quien, pese al apoyo del PRO en leyes clave como la Ley Bases o el blanqueo, subordina el trato respetuoso al acatamiento de su condición de jefe. En el mejor de los casos, Milei trataría al PRO como los gobiernos anteriores trataban a los radicales.
El analista también abordó la "grieta" en Argentina, describiéndola como la manifestación de dos "culturas" estables con visiones antagónicas sobre el Estado, la economía (protección versus apertura) y los valores (mérito versus solidaridad). Aunque los representantes políticos puedan cambiar, estas dos miradas sociológicas sobre el país permanecen. Si bien existe la esperanza de que los antagonismos decanten hacia formas más moderadas que permitan acuerdos sobre cuestiones centrales como la prudencia fiscal, el clima discursivo actual, cargado de adjetivos agresivos, y el contexto electoral de este año dificultan esa posibilidad.
Respecto a la situación del peronismo, Marangoni fue categórico al hablar de una "crisis machaza" tras la derrota de 2023. Esta crisis se refleja en malos resultados electorales en provincias históricamente favorables donde el peronismo ha quedado muy relegado, e incluso tercero. La intervención de Cristina Fernández como titular del PJ en algunos distritos contribuyó a la división interna. El peronismo aparece dividido en provincias como Santa Fe y postergado por partidos provinciales o el radicalismo en otras del interior. Se presenta la paradoja de que el peronismo es fuerte en el AMBA, particularmente el kirchnerismo, pero se debilita marcadamente a medida que uno se aleja de esa región. Esta crisis, marcada por la falta de un liderazgo nacional unificador claro tras la derrota, difícilmente se revertirá este año y probablemente se extienda a 2026 y 2027.
En el plano económico, Marangoni sostuvo que, por el momento, las disputas políticas van por carriles separados del plan económico del gobierno. El plan actual es inherentemente dólar dependiente, y la obtención de divisas a través del acuerdo con el FMI y el blanqueo le ha dado al gobierno "combustible" y mayor independencia. La estrategia oficial apunta a llegar a las elecciones con el tipo de cambio "controlado" y la inflación en descenso, un escenario que economistas ven posible con los dólares disponibles. Sin embargo, la recuperación económica es muy dispar entre sectores. Mientras la industria automotriz y las motos, el sector financiero y el complejo agroalimentario (con matices) muestran dinamismo, otros como la construcción, que depende en buena medida de la obra pública, y parte de la industria, especialmente la radicada en el conurbano o el norte, enfrentan dificultades debido a la apreciación del dólar y la apertura a la importación. El consumo en supermercados ha sido irregular. La situación varía tanto que, ante la pregunta sobre cómo está la economía, la respuesta depende de "decime quién sos y qué haces". La sostenibilidad de esta recuperación y la estrategia cambiaria a futuro dependerán del resultado de las elecciones nacionales de octubre, momento clave que definirá la estrategia de gobierno respecto al dólar, que el presidente Milei prefiere comprar "cuando esté 1000" o lo más bajo posible.
Finalmente, Marangoni indicó que el apoyo ciudadano al gobierno se encuentra dividido, reflejando la grieta histórica. Las encuestas muestran una población partida casi por la mitad: una parte que desea y confía en que al gobierno le vaya bien, y otra que cree que no saldrá bien. Esta división, según el analista, es una constante en la historia argentina, donde incluso victorias electorales contundentes no superaron el 55% de los votos, evidenciando siempre una oposición significativa.