Mansilla analiza el impacto de La Coope en Tandil
La reciente inauguración del supermercado La Coope en Tandil ha generado un gran revuelo en la ciudad, y Carlos Mansilla, referente del cooperativismo, ofreció una profunda reflexión sobre su significado y el contexto socioeconómico local y nacional.
Mansilla compartió sus percepciones sobre el éxito inicial de esta cooperativa centenaria y abordó temas cruciales como el rol del cooperativismo, el desarrollo de Tandil y la necesidad de una democracia económica.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa llegada de La Coope a Tandil, su sucursal número 149, fue descrita por Mansilla como un "golazo", destacando la impresionante facturación y la afluencia de gente durante los primeros días de operación, con miles de tickets y una facturación millonaria. Lo más significativo de La Coope, según Mansilla, radica en su modelo cooperativo único: no busca la ganancia para unos pocos accionistas, sino que devuelve parte de las utilidades a sus socios en proporción a sus compras. Explicó que miles de personas ya se han asociado, atraídas por descuentos y la promesa de reintegros anuales. En ese sentido, señaló que 7 millones de dólares que en una cadena tradicional se irían del país, en La Coope se devuelven a sus 2.8 millones de socios, quedando así en la economía local. Además, resaltó que esta cadena prioriza a los proveedores de la ciudad, fomentando un círculo económico virtuoso y generando empleo local.
Mansilla, con su vasta experiencia en el cooperativismo a nivel nacional e internacional, subrayó la importancia de este modelo. Comparó la situación argentina con la de países desarrollados, donde las cooperativas, como los bancos cooperativos en Europa o las grandes cooperativas de consumo en Italia, tienen un peso económico considerable, llegando a manejar un 30% de los ahorros o el 20% del consumo. Afirmó que el cooperativismo "regula mercados y equipara precios" dentro del capitalismo. En Argentina, si bien el movimiento cooperativo es muy diverso, abarcando desde pequeñas cooperativas de profesionales hasta gigantes agropecuarios como Coopagro en Tandil, también reconoció que la intervención del Estado en la creación de algunas cooperativas, especialmente ligadas a planes sociales, ha tenido resultados variados. Sin embargo, enfatizó casos de éxito como la Cooperativa Falucho, que ha logrado obras de gran magnitud, y la cooperativa de recicladores de Tandil, que mejoró la calidad de vida de los cartoneros.
Al referirse a Tandil, Mansilla ofreció una perspectiva crítica, alejándose del orgullo localista. Si bien reconoció la belleza y las virtudes de la ciudad, señaló que "le falta una vocación imperial" o de "patrón de la región". Criticó la falta de una representación política provincial fuerte que defienda los intereses de Tandil en La Plata, lo que limita la capacidad de la ciudad para incidir en decisiones clave. Esta "autoestima política baja" y las "peleas internas" impiden una proyección regional. Otro punto de preocupación para Mansilla es la creciente segregación social en Tandil. Lamentó que la ciudad se esté convirtiendo en "dos ciudades" con comunidades cada vez más diferenciadas y una "segregación" incipiente que emula modelos urbanos más grandes, como los barrios cerrados. Instó a la comunidad a debatir estos temas para evitar un modelo que culmine en "guetos".
Finalmente, Mansilla vinculó el modelo cooperativo con un concepto más amplio: la "democracia económica". Argumentó que la democracia política, por sí sola, no es suficiente si no va acompañada de una distribución más equitativa de la riqueza. Criticó el modelo económico actual de "capitalismo financiero" en Argentina, donde es más negocio invertir en el banco que producir. Para él, es fundamental que se discuta "quién gana dinero y qué hace con el dinero que lo gana". A través del cooperativismo, se puede demostrar que un modelo donde los salarios son mejores y hay más trabajo es posible, y que la gente debe tolerar menos las "grandes diferencias entre el que más tiene y el menos tiene". Su temor es que Argentina, y con ella Tandil, se dirija hacia un camino de mayor injusticia social, y el modelo cooperativo es una herramienta clave para revertir esa tendencia.