Sol Larraya Guidi: Oro y plata panamericana con la mira en el US Open
La tenista tandilense visitó los estudios de "Último Bondi" tras su brillante actuación en los Juegos Panamericanos Junior de Asunción, donde cosechó dos medallas. Analizó la carga emocional de representar al país, la final de single que se escapó por poco y su próximo gran desafío en Nueva York.
Con las medallas de oro y plata colgando del cuello, la tenista tandilense Sol Larraya Guidi compartió sus sensaciones tras una semana inolvidable en los Juegos Panamericanos Junior de Asunción, Paraguay. La joven deportista, que se consagró campeona en dobles junto a Candela Vázquez y subcampeona en singles, describió el torneo como una experiencia que "rozó la perfección".
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Accedé a las últimas noticias desde tu email"Representar a Argentina es una de las cosas que más me gusta. Se armó un equipo muy lindo y estoy contenta por las dos medallas", expresó Sol, aunque reconoció quedar "un poco triste por no poder haber ganado la final" de individuales.
Una final marcada por lo emocional
Al analizar la final de singles, que perdió por 7-6 y 6-4, Larraya Guidi descartó el cansancio físico como la causa principal y apuntó a la gestión de los nervios. "Fue un partido medio raro, incómodo al principio. Las dos estábamos muy nerviosas y arrancamos errando mucho", confesó. "A mí me costó un poquito más desde lo emocional. Me costaba un poco moverme, que me ha pasado ya en otras finales. Fue más un tema mental".
Esa carga emocional fue una constante en el torneo. La tandilense relató cómo, en partidos de cuartos y semifinales, logró remontar resultados adversos impulsada por un sentimiento superior. "Se te cruza por la cabeza que estás jugando por Argentina, que no podés perder. Dije 'bueno, le tengo que poner actitud para sacar esto porque es mi país y quiero conseguir la medalla'", recordó. La tensión fue tal que, tras una de esas victorias, rompió en llanto: "Salí y me largué a llorar, liberé un montón de angustia".
El "plus" de vestir la celeste y blanca
Lejos de sentirlo como una presión, para Sol jugar por Argentina es un extra que saca lo mejor de ella. "Al contrario, es de los torneos que más me gusta. Siempre te saca un poquito más o un poquito mejor de lo que sos", aseguró. "No sentís que estás solo y decís 'voy a darle un poquito más porque tengo un país atrás, un equipo y quiero salir por ellos también'. Te da esa sensación, es como un plus".
Ese espíritu de equipo se reflejó en el medallero: Argentina fue la delegación con más preseas en tenis, con un total de cinco.
Próxima parada: el desafío del US Open sobre cemento
Actualmente en el puesto 26 del ranking mundial junior, Sol ya tiene la mente en su próximo gran objetivo: el US Open. Este torneo marcará un hito en su carrera por una razón particular: será su primera competencia oficial sobre cancha rápida.
"Las expectativas no sé si son muchas porque es una superficie que no conozco. Las jugadoras que van, por lo general, así como yo juego en polvo de ladrillo, ellas juegan en cancha de cemento", explicó con cautela. Tras sus experiencias este año en Roland Garros y Wimbledon, el Grand Slam de Nueva York representa un terreno completamente nuevo.
A la hora de hablar de ídolos, no tiene dudas. Aunque admira a figuras como Sinner o Alcaraz, su referente máximo es de Tandil. "Mi ídolo máximo es Del Potro. Puede ser porque sea argentino, de mi ciudad, lo conozco... pero va a ser muy difícil superarlo", concluyó, reafirmando la inspiración que encuentra en el héroe local antes de embarcarse en su propia aventura americana.