Vecinos del barrio Canadá denuncian "abandono": inseguridad y calles en estado deplorable
Claudio Amestoy, presidente de la Comisión de Vecinos del barrio Canadá, expresó en el programa "La Mañana" (El Eco Streaming, Eco TV y Tandil FM 104.1) el profundo malestar de los residentes ante una serie de problemáticas que, según denuncian, no reciben respuesta por parte del Municipio de Tandil. "Estamos abandonados", sentenció.
A través de una carta enviada a la Secretaría de Obras Públicas y a la Dirección de Tránsito, los vecinos detallaron un cúmulo de reclamos que van desde el caótico cambio en la circulación de las calles hasta el avance de la inseguridad.
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Caos vial y falta de consulta
Uno de los problemas más urgentes es el cambio de nombre y sentido de circulación en varias calles, una medida que, según Amestoy, se implementó sin consultar a los vecinos. "Un día nos encontramos con que íbamos circulando para el lado de la colectora y venían autos de frente. Los que veníamos en contramano éramos nosotros", relató.
El caso más paradigmático es el de la calle Güemes, que en pocas cuadras llega a tener tres sentidos de circulación distintos, generando un "caos y desconcierto para la gente que no conoce". Además, el cambio de nomenclatura (de Güemes Norte a Güemes Oeste) obliga a cientos de vecinos a realizar trámites para actualizar su documentación, con el costo y el tiempo que ello implica. "No le vemos sentido a eso, no sé quién fue el ingeniero que planeó todo esto", cuestionó.
Estos cambios, lejos de ser funcionales, complican el acceso a la colectora, obligando a los conductores a realizar maniobras en "S" y generando embotellamientos.
Calles intransitables: "Están deplorables"
El estado de las calles internas es otra de las grandes preocupaciones. Amestoy calificó la situación como "deplorable" y señaló que, aunque una máquina realiza trabajos de mantenimiento, el efecto es efímero. "Pasan un ratito la máquina, no apisonan, y en la primera lluvia se vuelve a barrer todo", explicó.
Mencionó específicamente el mal estado de las calles Juárez, Casacuberta, Labardén y Muñiz, que está "destrozada totalmente". Además, denunció que los trabajos de la maquinaria dejan un desnivel tan pronunciado que los autos "tocan abajo" al intentar ingresar a los domicilios.
Inseguridad: luminarias apagadas y venta de drogas
La inseguridad se ha convertido en un problema creciente en el barrio. Las luminarias de la plaza principal no funcionan desde hace más de seis meses. Aunque la empresa prestadora del servicio (Usina) atribuye el problema al vandalismo, los vecinos lo vinculan directamente con actividades ilícitas.
"Justamente estamos teniendo problemáticas acá en el barrio, que hay mucho consumo y venta de droga continuamente todas las noches en ese lugar", afirmó Amestoy. Los vecinos observan las transacciones y sospechan que las luces fueron dañadas a propósito para operar en la oscuridad.
La situación se agrava por la falta de cámaras de seguridad funcionales y la ausencia de patrullaje policial. "No hay prevención", denunció, y agregó que las denuncias realizadas en la comisaría y en el Foro de Seguridad no han generado ninguna acción concreta.
Un reclamo histórico y la falta de respuestas
Amestoy recordó que estos problemas no son nuevos y que llevan "largos años" enviando notas al municipio sin obtener respuesta. La frustración es tal que rememoró una medida extrema que tomó en el pasado: "Hace unos años me encadené en la puerta de la municipalidad pidiendo casi lo mismo que estoy pidiendo ahora".
La sensación general es de desamparo y ninguneo por parte de las autoridades. "Te pasan a un área, te pasan al otro, y te van diciendo que la nota no pertenece o no la encontramos. Somos ciudadanos, todos votamos, queremos soluciones", concluyó Amestoy, a la espera de que, esta vez, alguien los escuche.