Voluntarios de Cruz Roja Tandil: ayuda y solidaridad en la inundación de Bahía Blanca
Integrantes del voluntariado de la Cruz Roja Argentina filial Tandil relataron su experiencia y el arduo trabajo realizado en Bahía Blanca tras la inundación.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl viernes por la tarde, la filial Tandil de la Cruz Roja Argentina recibió la convocatoria para enviar voluntarios a Bahía Blanca, que había sufrido graves inundaciones. En cuestión de horas, un equipo de cinco personas se organizó, preparando materiales y coordinando su viaje, que comenzó a las 4 de la mañana del sábado. Delfina Passarelli Obesio, Camila Tripodi Alí, Betiana Caballero, Gabriel Aberastegui y Emmanuel Aberastegui dejaron atrás sus actividades personales y laborales para responder a la emergencia.
A pesar de la alerta de tormenta en Tandil y las complicaciones en las rutas, incluyendo cortes en la ruta 3, el equipo logró llegar a Bahía Blanca alrededor de las 10 de la mañana del sábado. Su punto de destino principal fue la rotonda de Cerri, epicentro de las operaciones de emergencia donde se encontraban Defensa Civil, bomberos, ejército y otras organizaciones. Al llegar, el equipo de Tandil se dividió: Camila y Delfina se quedaron en Cerri, mientras que Emanuel y Gabriel, junto con un coordinador de La Plata, se dirigieron a Ingeniero White, una de las zonas más afectadas.
En Ingeniero White, el equipo de la Cruz Roja fue de los primeros en llegar para auxiliar a la población. Se encontraron con dos colegios utilizados como centros de evacuados y una avenida inundada. Junto con el ejército, bomberos y personal médico del hospital local, brindaron las primeras atenciones de salud, ya que aún no había ambulancias disponibles. Las primeras atenciones incluyeron casos de hipotermia y derivaciones a hospitales cuando era necesario. El hospital local, aunque bajo el agua hasta la cintura, mantenía a su personal disponible para la emergencia. Los voluntarios de Tandil, junto con personal del hospital y vecinos, incluso ingresaron al hospital inundado para rescatar pañales para adultos, apósitos, gasas y algunos medicamentos esenciales.
El traslado de estos elementos y de personas a través del agua fue un desafío constante, utilizando un gomón y una camilla de ambulancia rescatada del hospital. En los centros de evacuados, encontraron vecinos autogestionados que ofrecían ayuda y organizaban la distribución de recursos. Además de la atención física, el apoyo psicosocial fue fundamental. Los voluntarios escucharon a las personas afectadas, permitiéndoles expresar sus angustias y ofreciendo contención emocional.
En Cerri, Camila y Delfina fueron las primeras en llegar con un botiquín de primeros auxilios. Allí atendieron a personas evacuadas, incluyendo pacientes oncológicos que necesitaban ser evaluados rápidamente. También brindaron apoyo psicosocial en centros de evacuados improvisados, como el cuartel de bomberos. Una de las historias más impactantes fue la búsqueda de un niño de cinco años que una mujer no podía encontrar tras ser evacuada. Después de una intensa búsqueda que involucró varios centros de evacuados y la colaboración de la policía de Necochea, lograron que la madre se comunicara con el padre del niño y supiera que estaba a salvo en Punta Alta, aunque inaccesible por ruta cortada.
La solidaridad no solo provino de los voluntarios, sino también de la comunidad local y de otras organizaciones. Los vecinos de Bahía Blanca ofrecieron constantemente ayuda a los voluntarios. Además, el Grupo Simone de Tandil donó la reparación de la camioneta Ford Ranger 4x4 de la Cruz Roja, esencial para acceder a zonas difíciles, incluyendo áreas rurales anegadas donde algunos vecinos quedaron aislados.
Los voluntarios de la Cruz Roja filial Tandil regresaron con innumerables anécdotas que reflejan la dura realidad de la inundación y la resiliencia de las personas afectadas. A pesar de la exigencia emocional de la tarea, la filial ofrece apoyo psicológico a sus voluntarios para procesar lo vivido. Su labor en Bahía Blanca es un testimonio del espíritu de servicio y la preparación de la Cruz Roja Argentina, siempre presente para ayudar al prójimo. La comunidad de Tandil reconoce con orgullo la dedicación de estos "ángeles en la tierra".