Cronotipos, reloj biológico y bienestar: lo que la ciencia dice sobre alondras y búhos
Comprender el cronotipo puede ayudar a optimizar el sueño, la productividad y la salud en general.

¿Te sentís lleno de energía a las 7 de la mañana o recién arrancás a las 5 de la tarde? ¿Tenés más hambre a la noche que al mediodía? Quizás no se trata de voluntad ni de organización: se trata de cronotipo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLos cronotipos determinan cuál es tu mejor horario para dormir, comer, pensar, rendir y hasta sentirte bien. Son la expresión externa de tu reloj biológico interno. Y conocerlo puede transformar tu bienestar, tu rendimiento y tu salud.
¿Qué es el cronotipo?
Es la preferencia natural que tiene tu cuerpo para estar despierto o dormir en ciertos horarios. Se regula principalmente por tu sistema circadiano, el ciclo de 24 horas que controla tus niveles de melatonina, cortisol, temperatura corporal y actividad metabólica.
Los cronotipos clásicos son tres:
- Alondra (matutino): madruga con energía y se apaga al atardecer.
- Búho (vespertino): le cuesta arrancar pero se activa a la noche.
- Intermedio: tiene una flexibilidad mayor.

Historia y vigencia del test MEQ
En 1976, los investigadores Jim Horne y Olöf Östberg desarrollaron el MEQ (Morningness-Eveningness Questionnaire), un test científico que permite identificar el cronotipo individual. Evalúa hábitos de sueño, nivel de alerta, apetito, actividad social y preferencia horaria para tareas mentales y físicas.
Hoy sigue siendo uno de los más utilizados en medicina del sueño, psicología, crononutrición y medicina del deporte. Se ha traducido a más de 20 idiomas y su validez ha sido comprobada en distintas culturas.
¿Por qué es importante conocer tu cronotipo?
Porque vivir en contra de tu reloj interno puede generar:
- Menor rendimiento físico y mental
- Mal descanso y fatiga crónica
- Mayor riesgo de sobrepeso y alteraciones metabólicas
- Desajustes hormonales (insulina, leptina, melatonina)
- Trastornos del ánimo (ansiedad, depresión)
Cambios que podés hacer si conocés tu cronotipo
- Si sos alondra: aprovechá la mañana para tareas importantes. Evitá la sobrecarga nocturna. Cuidá tu sueño.
- Si sos búho: exponete a la luz solar temprano, evitá pantallas a la noche, retrasá menos tus comidas.
- Si sos intermedio: respetá horarios constantes y cuidá tu higiene del sueño.
Herramientas para autoconocerte
Podés hacer el test original de Horne & Östberg (MEQ) o su versión simplificada. También el Cuestionario de Cronotipo de Mùnich (MCTQ), que evalúa tus horarios reales de sueño entre semana y fines de semana.
La ciencia nos dice que no todos funcionamos igual, y que adaptar nuestra rutina a nuestro reloj biológico no es debilidad, es inteligencia fisiológica.
Dormir, comer y rendir en el momento justo puede cambiar tu salud desde lo más profundo: tu metabolismo celular.
Este no es un dato de color. Es una puerta a una vida con más bienestar. Saber cuándo rendís mejor, cuándo comer, cómo descansar, es parte de vivir con inteligencia biológica.
Te invito a dar ese primer paso: conocete, escuchá a tu cuerpo y empezá a ajustar tu rutina para acompañar lo que tu cronotipo ya sabe. Porque cuando tu vida está en sincronía con tu reloj interno, todo fluye mejor.
Sobre el autor
MV UBA DH, Microbióloga, Esp. en Wellness