Carlitos Balá cumpliría 100 años: el eterno ídolo de la infancia argentina
Con su humor blanco y su inconfundible estilo, marcó a varias generaciones. De la línea 39 al estrellato, dejó un legado que aún hoy sigue vigente.

Este 13 de agosto se cumplirían 100 años del nacimiento de Carlitos Balá, uno de los artistas más entrañables y transversales de la cultura popular argentina. Nacido en 1925 en el barrio porteño de Chacarita como Carlos Salim Balaá, su legado sigue vivo a casi tres años de su fallecimiento, y su humor inocente continúa acompañando los recuerdos de varias generaciones.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailBalá no fue solo un comediante: fue un innovador en la televisión infantil, un ícono del entretenimiento familiar y una presencia constante en la vida de quienes crecieron entre los años 60 y 90. Con su inconfundible flequillo, su gesto de "¡un gestito de idea!", su inigualable "¿qué gusto tiene la sal?" y el famoso chupetómetro, dejó una marca imborrable en la historia de la TV argentina.
De los colectivos al corazón del país
Sus primeros pasos en el humor no fueron en estudios de televisión ni teatros, sino en la línea 39 de colectivos, donde probaba sus chistes con los pasajeros. Aquella espontaneidad y cercanía con el público se mantendrían como parte esencial de su estilo.
Desde ahí llegó a la radio, y más tarde a la televisión, donde formó un trío humorístico junto a Alberto Locati y Jorge Marchesini. Pero fue en solitario donde encontró su verdadera consagración, con programas como "El show de Carlitos Balá" y "El flequillo de Balá", que se transformaron en clásicos absolutos.
Más allá de los escenarios, Balá fue siempre un símbolo de respeto, ternura y humor blanco, una rareza en cualquier época. Su figura fue reconocida no solo por el público sino también por el ámbito artístico y hasta religioso: en 2016, fue recibido por el Papa Francisco, quien celebró su trabajo con la infancia.