Julieta Prandi enfrentó a su exmarido en tribunales y pidió medidas extremas de protección
La modelo y conductora enfrentó una nueva audiencia judicial en Campana contra Claudio Contardi, su exmarido, a quien denunció por múltiples delitos. Acompañada por su hermana Natalia, volvió a exigir una condena ejemplar y medidas de protección urgentes.

El clima es denso en los alrededores de los Tribunales de Campana. Las cámaras apuntan, los micrófonos se estiran y la tensión se corta en el aire. En ese marco, Julieta Prandi atraviesa un nuevo capítulo del extenso proceso judicial que la enfrenta a su exmarido, Claudio Contardi, a quien acusa por violencia, abuso psicológico y amenazas, entre otros delitos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailA su lado, Natalia, su hermana, llegó desde Chile para acompañarla en esta instancia clave. “Espero la más alta de las condenas y ojalá nunca más salga, ni haga daño a nadie”, dijo con la voz quebrada, pero firme. Su relato, cargado de emociones, reveló años de distancia impuesta por la relación de Julieta con Contardi: “Desde que empezó, trató de separarnos a todos”.
“No lo quiero ver nunca más”
Julieta llegó con el rostro tenso, la mirada firme. Se fundió en un abrazo con su hermana y compartió su testimonio con la prensa. “Estoy con toda mi familia, amigas, abogados… ya está, en el tramo final”. Frente a los medios, volvió a pedir una pena ejemplar y medidas extremas de seguridad para protegerse a ella y a sus hijos.
“Si a mí me pasa algo, sé perfectamente quién es el responsable. Él ya no tiene nada que perder. Es capaz de cualquier cosa. Y ni siquiera necesita mancharse las manos”, advirtió con dureza.
La modelo también señaló que lo que hoy se juzga no es solo un delito aislado, sino un historial de violencias sufridas durante su matrimonio. “Lo que pido es que se entienda que los hechos tienen consecuencias. Porque si no, lo que se permite se repite”.
Un juicio como espejo social
El proceso judicial que Prandi inició hace cinco años se convirtió en un símbolo de lo difícil que es para muchas mujeres denunciar y llegar a juicio. “El costo es altísimo. Económico, emocional, todo. Muchas no se animan a pedir Justicia porque saben el calvario que es”, explicó Julieta.
A pesar del largo camino, eligió no quedarse callada y protegerse de todos los modos posibles. “No lo quiero escuchar nunca más. No quiero saber nada más de él”.
Miedo, dolor y la esperanza de cerrar el círculo
A la salida, Natalia Prandi volvió a hablar con los medios y no ocultó su preocupación: “Pedimos prisión preventiva y no se la dieron. Solo tiene restricción de acercamiento a 300 metros. Me da miedo. Es un tipo capaz de todo”.
El juicio entra en sus instancias finales, y tanto Julieta como su entorno esperan que se haga Justicia.