La noche del domingo en Córdoba tuvo un final inesperado para más de 50.000 personas que colmaron el estadio Mario Alberto Kempes, cuando el concierto de Shakira debió ser suspendido a raíz de una tormenta eléctrica. El espectáculo, que había comenzado poco antes de las 21:40, fue interrumpido a las 23:12 ante la intensificación de la lluvia y el riesgo de descargas eléctricas.

La organización informó por altoparlantes y pantallas que el evento se daba por finalizado debido a “condiciones climáticas adversas”. La decisión derivó en una evacuación inmediata del estadio y generó malestar entre los asistentes, que esperaban un cierre de gira a la altura de una de las artistas más convocantes de la música latina.

El día del concierto estuvo atravesado por un clima inestable. Durante la semana, la ciudad había registrado altas temperaturas y se mantenían alertas meteorológicas, aunque la productora había asegurado en reiteradas ocasiones que el recital se realizaría bajo cualquier condición. Esa confirmación generó confianza en el público, que desde temprano comenzó a reunirse en las inmediaciones del estadio.

Las puertas del Mario Alberto Kempes se abrieron a las 18:00 y los alrededores se poblaron de seguidores con disfraces, banderas y atuendos coloridos. El show comenzó con la actuación de Tizishi como telonera, que preparó el clima para la aparición de Shakira.

El espectáculo principal estaba previsto para las 21, pero se retrasó unos 40 minutos por motivos climáticos. Finalmente, la artista salió a escena con su característica “caminata de la loba”, acompañada por fanáticos y perfiles de redes sociales invitados por la organización. En su saludo inicial expresó su alegría por cerrar la gira en Córdoba y remarcó su vínculo con el público argentino.

El repertorio incluyó canciones emblemáticas como Estoy aquí, Las de la intuición, Te felicito, Inevitable y nuevas versiones de otros temas. A pesar de la lluvia, Shakira mantuvo la energía y la interacción con el público, incluso secándose el cabello sobre el escenario y afirmando: “la lluvia es fría, pero ustedes me calientan”. La puesta en escena incorporó recursos visuales, pulseras luminosas y coreografías que se adaptaron a las condiciones climáticas, mientras el público acompañó sin dispersarse.

Con el correr de los minutos, la tormenta se intensificó y comenzaron a registrarse relámpagos y truenos en las cercanías del estadio. Tras interpretar Pies descalzos, sueños blancos, la cantante detuvo el show y anunció: “Por truenos y relámpagos, nos piden evacuar”. Minutos después, se confirmó oficialmente la finalización del evento a través de los sistemas de sonido y las pantallas gigantes.

El operativo de seguridad organizó la evacuación del estadio, solicitando a los asistentes que utilizaran la salida más cercana y aclarando que no era necesario regresar por el acceso original, con el objetivo de agilizar la desconcentración de las más de 50.000 personas presentes.

La suspensión del concierto generó frustración y enojo entre muchos asistentes. En redes sociales, los reclamos se dirigieron principalmente a la organización, que había garantizado la realización del show y dispuso una evacuación bajo la lluvia y el barro. Se multiplicaron los pedidos de devolución del dinero de las entradas y los reclamos por una posible reprogramación, aunque algunos fans destacaron el profesionalismo de la artista al priorizar la seguridad.

Según la lista de canciones prevista, restaban cinco temas para el cierre oficial cuando el recital fue suspendido. La noche, que prometía un final apoteósico de gira, concluyó con una multitud abandonando el predio bajo la lluvia, sin poder despedir a la artista como estaba previsto.

Hasta el momento, no se difundió información oficial sobre una reprogramación o devolución de entradas. El segundo y último concierto de Shakira en el estadio Kempes continúa anunciado para este lunes 15 de diciembre, con la expectativa de que las condiciones meteorológicas permitan un desarrollo completo del espectáculo.

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