Martín Caparrós fue ovacionado en un emotivo homenaje en el Teatro Alvear
Escritores, periodistas y familiares leyeron pasajes de Antes que nada, la autobiografía del reconocido autor, frente a una sala colmada. La presencia de Caparrós, diagnosticado con ELA, y de su madre, Martha Rosenberg, marcó algunos de los momentos más conmovedores de la velada.

A sala llena y con profunda emoción, este jueves por la noche se realizó en el Teatro Alvear de Buenos Aires un homenaje al periodista y escritor Martín Caparrós, centrado en la lectura colectiva de su autobiografía Antes que nada. El acto reunió a una treintena de amigos, colegas y familiares, entre ellos reconocidas figuras como Cristian Alarcón, María O’Donnell, Daniel Guebel, Claudia Piñeiro, Ezequiel Fernández Moores, Dani Yako, Martín Sivak, Graciela Speranza y Ernesto Tenembaum. También participaron, a través de videos, Leila Guerriero y Jorge Fernández Díaz.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl ingreso de Caparrós al auditorio —en silla de ruedas eléctrica debido a la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que padece desde hace más de dos años— fue recibido con un sentido aplauso de pie por parte del público. “Me trajeron engañado. Me dijeron que no iba a tener que hablar”, bromeó, y agradeció al “increíble comando de amigos” que organizó el evento, inspirado en un homenaje similar que tuvo lugar en abril en el Teatro Ateneo de Madrid.
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La noche tuvo momentos de intensa emoción y también de humor, como cuando su madre, la médica psicoanalista y activista feminista Martha Rosenberg —una de las primeras en llegar junto a su amiga y compañera de lucha Nina Brugo— lo llamó por su apodo familiar, “Mopi”, antes de leer un fragmento del libro. La escena, acompañada por las ilustraciones en vivo del dibujante Rep, despertó risas y aplausos del público.
En otro de los pasajes leídos, Caparrós reflexionó sobre su enfermedad: “No quiero que al verme vean al muerto. Mientras siga vivo, quiero seguir vivo”. La lectura de Antes que nada fue acompañada por recuerdos sobre su infancia, la militancia política, los exilios, las drogas, los vínculos amorosos y hasta el día que se cruzó con Jorge Rafael Videla trotando en un parque.
También se destacaron las intervenciones sobre su vínculo con su madre. Uno de los momentos más íntimos fue cuando se leyó el reconocimiento que Caparrós le hizo a Rosenberg por su lucha histórica a favor de la legalización del aborto: “Como persona de izquierda, cumpliste algo que ninguno de nosotros logró”, le dijo en 2020, tras la sanción de la ley.
El cierre estuvo marcado por una nueva ovación de pie. Con voz quebrada por la emoción, Caparrós tomó nuevamente la palabra:
“Ya hablé demasiado. Ahora debo despedirme. Lo bueno, si breve, bueno; y así, lo malo, si es breve, puede parecer mejor. No suele ser el temor lo que define mis frases, pero hoy la emoción me hace temer y temblar entero. Muchas gracias, compañeros. Muchas gracias, mis queridos. Me han dado felicidad, de esa que, cuando se da, nunca cae en el olvido”.