Nuevo giro en la causa Matthew Perry: su médico se declaró culpable
A casi un año de la muerte del actor, uno de los implicados reconoce su responsabilidad en el suministro ilegal que terminó en tragedia.

A casi un año de la trágica muerte de Matthew Perry, actor reconocido mundialmente por su papel de Chandler Bing en la serie Friends, la investigación judicial dio un paso clave: el médico Salvador Plasencia, quien lo atendía, se declaró culpable de distribuir ketamina sin justificación médica.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailPerry fue encontrado sin vida el 28 de octubre de 2023, a los 54 años, en el jacuzzi de su casa en Pacific Palisades, California. El informe forense confirmó que su fallecimiento fue provocado por los efectos agudos de la ketamina, un anestésico disociativo que, aunque tiene usos médicos legítimos, también se ha popularizado en contextos recreativos.
Plasencia admitió haberle suministrado repetidamente la sustancia al actor sin una justificación clínica válida en las semanas previas a su muerte. El médico forma parte de un grupo de cinco personas acusadas en el caso. Según su acuerdo con la fiscalía, podría recibir una condena de entre 15 y 21 meses de prisión, aunque la sentencia final será decidida por el juez a cargo.
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Además de Plasencia, otros tres acusados —Erik Fleming, Kenneth Iwamasa y Mark Chavez— también aceptaron cargos por conspiración para distribuir ketamina. La quinta involucrada, Jasveen Sangha, apodada por los fiscales como la “Reina de la Ketamina”, aún enfrenta cargos más graves por posesión y distribución de metanfetamina y ketamina desde un centro clandestino en North Hollywood. Su juicio comenzará en agosto.
El caso ha generado un fuerte impacto mediático y social, no solo por tratarse de una figura tan querida en el mundo del entretenimiento, sino también por la magnitud de la negligencia y el cinismo de los involucrados. En uno de los mensajes clave para los fiscales, Plasencia escribió a otro médico: “Me pregunto cuánto pagará este imbécil... Vamos a averiguarlo”, en aparente referencia al propio Perry.
Durante la investigación, se reveló que Plasencia habría intentado encubrir su implicación directa en la muerte del actor al elaborar un falso “plan de tratamiento” que buscaba justificar la administración de ketamina, pese a que no existía una razón médica legítima.
Matthew Perry había sido abierto sobre su lucha contra las adicciones. En su libro de memorias, Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing (2022), narró con crudeza su difícil recorrido por el abuso de sustancias y su voluntad de recuperarse.
En la docuserie Matthew Perry: A Hollywood Tragedy, se conocieron las últimas palabras del actor. Al solicitar su tercera dosis de ketamina a Kenneth Iwamasa, uno de los acusados, le dijo: “Dispara una grande”. Minutos después, entró en su jacuzzi y perdió la vida.
El caso sigue en curso, pero el reconocimiento de culpabilidad por parte de varios implicados marca un giro determinante en la búsqueda de justicia para una muerte que pudo haberse evitado.