La recuperación de aparatos electrónicos un potencial local para cuidar el planeta
En Tandil, la CooPRAEE transforma residuos electrónicos y plásticos en herramientas útiles para la comunidad. Además, proyecta fortalecer la producción de ecomadera. Su trabajo articula universidad, municipio y actores sociales con impacto ambiental y humano. De un taller universitario a una experiencia de economía circular.

Todo comenzó con una computadora que parecía inútil. A fines de la década de 2000, un grupo de estudiantes y docentes de la Facultad de Ciencias Exactas de la Unicen empezó a reparar equipos desechados por instituciones públicas. Así nació el proyecto llamado Reutilización Eficiente de Hardware Tecnológicamente Obsoleto (Rehto), una iniciativa de extensión que buscaba darle nueva vida a los aparatos y, con ellos, también a los vínculos sociales.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Recuperar tecnología no es solo una tarea técnica, es también una forma de inclusión”, sostuvo el presidente de la “Cooperativa para la Revalorización de Aparatos Eléctricos y Electrónicos” (Coopraee), Sebastián Barbieri, quien además es docente universitario. La cooperativa surgió años después como continuidad y profundización de aquel proyecto inicial. “Lo que empezó como un pequeño espacio en la facultad terminó convirtiéndose en una estructura cooperativa con impacto regional”, valoró.
Durante más de una década, Rehto consolidó una forma de trabajo al recuperar, reacondicionar y entregar computadoras a escuelas, organizaciones sociales y estudiantes de bajos recursos.