El patrimonio arquitectónico modesto de Tandil y la belleza invisible que le da identidad a la ciudad
El patrimonio modesto se concibe como uno de los engranajes sociomateriales de la identidad comunitaria, en una ciudad que está repleta de residencias y detalles de gran valor que forman parte de la historia y el acervo tandilense. Numerosos edificios y casas se encuentra incluidos en el anexo 5 del Plan de Ordenamiento Territorial “Bienes Patrimoniales Catalogados”, por lo cual gozan de un régimen de preservación especial, pero tantos otros permanecen aún por fuera de este paraguas normativo y podrían desaparecer a futuro.
Caminar por las calles de Tandil tiene un encanto que no siempre los ocasionales transeúntes están dispuestos a percibir. Pero basta con levantar un poco la mirada y prestar atención al entorno para que aparezcan a cada paso casas de una belleza singular, árboles añejos, murales, las sierras que se recortan en el horizonte y cientos de detalles que constituyen parte del tejido urbano y marcan la identidad citadina a través de los años.
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Porque una ciudad no es sólo su gente, sus espacios públicos, su entorno natural o sus edificios más importantes, es también todo lo que sucede en las calles y en las casas que le confieren al trazado urbano un perfil característico.
Así, el patrimonio arquitectónico modesto, de acuerdo a una definición técnica, puede explicarse como “el conjunto de aquellos bienes urbanos característicos de cada ciudad, principalmente residenciales, que constituyen tejidos concentrados o dispersos, destinados a clases sociales medias y realizados por constructores, idóneos y en menor medida profesionales, utilizando técnicas y tecnologías principalmente posindustriales”.
Desde esta noción, el patrimonio modesto se concibe como una necesidad intergeneracional en tanto se vislumbra como uno de los engranajes sociomateriales de la identidad comunitaria y por ende, amerita ser protegido desde una perspectiva que equilibre el pasado y el presente hacia el futuro.
Edificios protegidos
La Ordenanza en cuestión posee un apartado específico para los edificios e inmuebles de carácter privado que contiene a diversas propiedades cuyo valor está preservado y son inmodificables. A través de la cuenta de Instagram Patrimonio Arquitectónico Tandil (@patrimonio.arq.tandil), es posible visualizar diferentes espacios que son parte del entramado histórico pero que muchas veces pasan sin pena ni gloria ante los ojos de lo vecinos y visitantes.
Además de consignar lugares tales como el edificio donde funciona la Jefatura Regional de Anses, el Colegio San José, el Teatro de la Confraternidad, el Consejo Escolar, el diario Nueva Era y tantos otros sitios populares, también posa la atención sobre casas y locales privados que dotan de valor a la arquitectura tandilenses, y que están protegidos por la ordenanza comunal.
Entre ellos se puede mencionar un edificio de dos viviendas y comercio en Pinto al 700 que tiene un bowindow único en la ciudad, con vidrios y persianas curvas.
Asimismo, en la calle Sarmiento al 600 hay una vivienda y comercio -que perteneció a la familia Gastañaga- que se destaca por los escudos heráldicos en su fachada; uno sobre el portón y otros tres distintos en cada lado de la ventana mirador. Y en 14 de julio al 500 se aprecia otra casa de grandes dimensiones distribuidas en dos plantas, con detalles en su fachada, puertas y ventanas.
No obstante esto, también hay todo un universo de lugares que aún no se encuentran bajo el ala de la ley y corren riesgo de, en un futuro, ser demolidos o modificados si no se actúa al respecto. De hecho, el propósito de la página de Instagram y de quienes bregan por defender el patrimonio, es dar a conocer la arquitectura histórica de la ciudad para conservarla y protegerla del mercado inmobiliario desmedido y del irremediable deterioro de los años. Porque no se puede valorar y cuidar lo que no se conoce. Mucho se ha hecho al respecto, pero aún queda bastante por hacer.
Quizás así, el sueño del progreso se rinda ante la belleza que tantas veces no miramos.
Las normativas municipales
En Tandil, una norma protege el patrimonio material a través de la Ordenanza 11400/2010, que además se vincula con el Plan de Desarrollo Territorial. Numerosos edificios y casas se encuentra incluidos en el anexo 5 del Plan de Ordenamiento Territorial “Bienes Patrimoniales Catalogados”, por lo cual gozan de un régimen de preservación especial y para efectuar cualquier cambio se exige la autorización previa de la autoridad de aplicación.
En tanto, para los edificios e inmuebles de valor histórico y arquitectónico, el capítulo XI.3 indica que la protección establecida se aplica a “edificios e inmuebles de valor arquitectónico: sobre las fachadas y techumbres visibles desde el espacio libre público y desde el espacio privado con accesibilidad pública”.
La responsabilidad primaria respecto de la conservación y preservación de los solares de interés arquitectónico y/o histórico recae sobre los titulares del dominio de los bienes inmuebles protegidos y se mantiene vigente aún cuando el bien fuera objeto de transmisión por cualquier causa jurídica; sin embargo, esto no exime de responsabilidad al Estado Municipal en cuanto al contralor respecto de la observancia de la normativa.
En dicha legislación se establece también la conformación de un inventario del patrimonio arqueológico y paleontológico del Partido de Tandil, con el fin de incorporar al listado de lugares históricos nuevos sitios de interés cultural comunitario, a partir de la obligatoriedad de denunciar “todo hallazgo o la presunción de su existencia, de restos, objetos o construcciones haciendo entrega de aquéllos encontrados sueltos o recuperados sin alterar su naturaleza o conformación original, conforme las modalidades, pautas y condiciones que se establecen en la presente Ordenanza”.