Un fotógrafo tandilense documentó los días de represión y desidia que vivió Bolivia tras la destitución de Evo
Pablo Añeli vivió en La Paz y al saber del conflicto que cada día se recrudecía en aquel país no pudo evitar cumplir con su deseo de estar allá. Vio morir a cuatro personas. Su testimonio reflejó esa realidad y las fotos se publicaron en Página 12. En una entrevista cuenta cómo fue la experiencia, su visión política y la fotografía de hoy.

El fotógrafo Pablo Añeli anduvo por varios países registrando verdades con su cámara a cuestas, entre esos recorridos durante los años 2000 y 2003 vivió en La Paz, Bolivia, donde trabajó como corresponsal para la agencia Associated Press. Por aquel entonces, el expresidente Evo Morales era dirigente cocalero y tuvo la suerte de poder estar con él y fotografiarlo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn diciembre pasado, cuando el mandatario presentó su renuncia y la senadora opositora Jeanine Áñez asumió la presidencia interina del Estado Plurinacional de Bolivia, la imagen de Evo durmiendo en el suelo recorrió el mundo. Pablo quedó impactado. “Me salía de la vaina, era una de esas fotos que me moría por haber hecho”, compartió.
Los días pasaban y tal como reflejaban las noticias la situación en aquel país se iba poniendo cada vez más espesa. “No podía dormir”, confesó. Entonces su compañera, Victoria, conociéndolo le preguntó si tenía ganas de estar allá, sabiendo cuál sería la respuesta: “Me muero por estar ahí”. Sólo faltó el empujón de ella, que sin drama se ocuparía de los chicos, para que Añeli sacara pasajes y a los dos días se encuentre camino a La Paz donde estuvo unos 20 días.
“Cuando llegue la ciudad estaba bloqueada. Muchas esquinas cercadas con alambre, chapas y gomas quemándose, así que con el transporte tuvimos que ir esquivando todo eso hasta llegar donde iba al hospedaje”, contó.
-¿Qué sentimientos te abordaron al capturar esa realidad?
-La sensación era un poco de angustia, impotencia. Una gran necesidad de ver y de reencontrarme con los lugares, la gente y con el que había sido.
-¿Qué criterio te motiva a elegir determinada imagen para registrarla? ¿Cómo te preparas?
-Mi criterio es tratar de estar lo más cerca posible en situaciones donde hay conflicto, tensión o no pasa nada pero puede pasar. En estas situaciones, los enfrentamientos son muy desparejos, unos tienen armas y otros piedras. Me gusta el lado de las piedras.
Ninguna preparación, me cuelgo la cámara y salgo a caminar. Si es lejos, subo al transporte que sea necesario.
– ¿Qué mensaje te importa transmitir al seleccionar las fotos que vas a hacer públicas?
-El mensaje son las fotos. Mi interés queda relegado al de los medios que me pagan y yo elijo venderles. Las fotos son puntos de vista. Por ejemplo, allá los medios locales decían que la gente que se manifestaba era terrorista y querían quemar la planta de gas.
Fui. Al lado mío murieron cuatro personas que no tenían más que piedras en la mano. Ese día, los militares mataron a diez. ¿Quién es el terrorista? A veces es necesario ver las cosas como son, no como nos las cuentan.
– ¿Cómo fueron tus días allá en cuanto a rutina de trabajo?
-Los primeros días fui fotografiando la situación en las calles. Caminaba. Me contacté con colegas amigos que me iban poniendo al tanto de lo que pasaba. Los días de conflictos fuertes vendí mi material a la agencia Reuters y la última semana trabaje para Pagina 12.
– ¿Cómo te trataron, tuviste miedo, adrenalina, tranquilidad?
-La gente me trataba muy bien, me agradecían que estuviera ahí y que mostrara como los estaban masacrando. Pero al otro bando no les gustaba mucho que estuviera ahí.
Adrenalina todos los días. Tranquilidad tuve en Ezeiza recién.
-¿Si tenías una postura formada sobre ese conflicto al momento de viajar, luego la confirmaste o modificaste?
-Si bien siempre tuve a Evo Morales allá arriba, me di cuenta del error que cometió al querer perpetuarse en el poder. Pero de ninguna forma eso justifica las muertes y el proceder del Gobierno que supuestamente era de transición.
-¿Cuál es el tipo de fotografía que más te satisface hacer?
-Las fotografía para mí surge de la necesidad, no de si me satisface o no. De hecho pocas veces me satisface. Me gusta estar lo más cerca posible en cualquier situación
En todo caso la satisfacción me viene cuando pasa el tiempo y la fotografía se transforma en un documento o en un testimonio que tiene razón de ser.
-¿Tenés preferencia por lo artesanal, vas de la mano con los avances tecnológicos o conjugas ambas?
-En fotografía viví el paso de lo analógico a lo digital. Se transformó en información, en datos. Perdió su esencia.
Al ver y sentir que lo que hacía ya no tenía soporte real, empecé a tallar piedras. Como necesidad de que al hacer algo, quede. Que no vaya a un disco o a una nube.
Volví también a los principios de la fotografía, haciendo fotos con cámaras de cartón y sin objetivos. Además, sigo con la tecnología digital, (lo necesario) para los trabajos comerciales para terceros.
Pablo nació en Tandil hace 49 años y fue al colegio San José. Luego estudió Publicidad en Buenos Aires, donde se desempeñó en distintos medios de comunicación entre ellos la revista Humor (1992/93), revista Gente (1994), Caras (1995), Diario Clarín (1996/1999). En 2000/2003 trabajó para la Agencia Associated press en Bolivia. Luego en 2003/2004 en México y en 2005 en Panamá. A partir de allí lo hizo para Página 12 (2005/2008).
Desde el 2008, que volvió a su ciudad, trabaja en el Taller Municipal de Picapedreros y escultores. Hace ya unos años que tiene su taller donde realiza y vende piezas en piedra, hace fotos de estudio y brinda talleres de fotografía.