Una fe que trasciende los siglos: hoy se celebra a San Benito
Conocido como el santo de la buena suerte y de las causas imposibles, San Benito es venerado en todo el mundo por su poderosa intercesión, su vida de fe y la protección que brinda a quienes lo invocan.

Cada 11 de julio se celebra el Día de San Benito, una figura clave del cristianismo occidental, reconocido por su fuerte espiritualidad, su ejemplo de humildad y por haber fundado la Orden Benedictina. Considerado el “padre del monacato occidental” y patrono de Europa, su legado sigue vivo en miles de fieles que acuden a él en busca de protección, guía y milagros.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailNacido en Nursia (actual Italia) alrededor del año 480 d.C., San Benito fue testigo de la crisis moral y política que marcó el fin del Imperio Romano. Profundamente impactado por el caos que lo rodeaba, decidió abandonar su vida acomodada para entregarse a la oración, la soledad y el trabajo espiritual.
En Montecasino, fundó su primer monasterio sobre las ruinas de una antigua acrópolis pagana, y allí escribió su famosa Regla de San Benito, un conjunto de normas que sirvieron de base para la vida monástica en Europa. Su influencia fue tan profunda que, siglos más tarde, fue declarado patrono del continente europeo por el Papa Pablo VI.
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Además de su obra religiosa, a San Benito se le atribuyen múltiples milagros. Por eso, su medalla —una de las más antiguas y difundidas en el catolicismo— es considerada un poderoso símbolo de fe. Él mismo recomendaba a sus discípulos llevarla para ahuyentar el mal, resistir las tentaciones y confiar en la protección divina.
Los fieles acuden a él con oraciones específicas para pedir protección espiritual y sanación. Su intercesión es invocada contra las malas energías, las envidias y todo tipo de males físicos y espirituales.
San Benito murió hacia el año 543 o 547, aunque la fecha exacta sigue siendo incierta. Su figura, sin embargo, trasciende el tiempo y continúa siendo una luz de esperanza para quienes buscan consuelo, paz y fuerza en medio de las dificultades.
Así es la oración para pedirle a San Benito su intervención ante Dios:
"Santísimo confesor del Señor;
Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por nuestra salud del alma, cuerpo y mente.
Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu.
Líbranos de funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.
Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales.
Pídele también por el progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas.
Amén".