Hoy se celebra el Día de la Virgen de Fátima: qué significan sus tres secretos
Los tres mensajes revelados en 1917 siguen marcando la interpretación católica de los grandes eventos del siglo XX.

Bajo el nombre formal de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, esta advocación mariana ocupa un lugar central en la devoción católica contemporánea. Las apariciones ocurridas en 1917 en Cova da Iria, Portugal, trascendieron lo religioso y se convirtieron en acontecimientos de dimensión histórica y profética, según interpreta la Iglesia.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLos testimonios de tres niños pastores —Lucía, Jacinta y Francisco— relataron encuentros con la Virgen María, quien les confió tres mensajes o secretos. Estos llamados, según el Vaticano, contenían advertencias sobre acontecimientos clave del siglo XX. La relevancia de Fátima fue tal que varios pontífices han hecho referencia a sus mensajes, siendo el papa Juan Pablo II quien reveló por completo el contenido del llamado "tercer secreto" en el año 2000.
El primer secreto, según interpretaciones eclesiásticas, aludía al inicio de la Revolución Rusa de 1917, anticipando los cambios políticos que sacudirían al mundo. La Virgen instaba entonces a la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, como acto de redención y conversión espiritual.
El segundo mensaje fue aún más alarmante: una nueva guerra mundial estaba por estallar. La Virgen advirtió sobre el conflicto que más tarde sería conocido como la Segunda Guerra Mundial, e hizo un llamado a la conversión global como forma de evitar mayores catástrofes.
El tercer secreto fue mantenido en reserva durante décadas, hasta que el papa Juan Pablo II lo hizo público. El mensaje parecía aludir al atentado que el mismo Pontífice sufrió el 13 de mayo de 1981, en la plaza de San Pedro. Según declaró, atribuye su salvación a la intercesión de la Virgen de Fátima: “Una mano disparó el arma, otra guió la bala”, afirmó años después.
La figura de Fátima sigue siendo objeto de peregrinación, fe y estudio. Más allá del dogma, sus mensajes continúan despertando reflexión sobre los vínculos entre la espiritualidad, la historia y el devenir del mundo contemporáneo.