Consumir alimentos de estación
Según la temporada, las vitaminas de cada alimento y su precio van variando. Poner atención en saber cuáles están en su esplendor según la estación hará posible una mejor nutrición y ayudarán al bolsillo.
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Muchas veces se ha escuchado que determinada fruta “está de temporada” y no siempre uno se detiene a pensar en qué significa y cuáles son los beneficios de consumirla precisamente en esa época.
Las frutas y verduras son alimentos frescos y naturales, esenciales en una alimentación saludable. Contribuyen a la hidratación diaria del cuerpo, aportan fibra, otorgan saciedad y previenen ciertos tipos de enfermedades. Además, son la mejor y más variada fuente de vitaminas y minerales. Consumirlas diariamente ayuda a cubrir los requerimientos diarios de estos micronutrientes.
Cuestiones a considerar para elegir
Según coinciden tanto cocineros, productores y especialistas en nutrición, el precio bajo de las verduras y frutas es clave para deducir cuáles cuentan con una mayor oferta en determinado momento del año, que va de la mano con la estacionalidad y, por ende, con productos más sabrosos y de mejor calidad. Sin embargo, hay excepciones en las que los picos de oferta no coinciden con la estacionalidad del producto.
La otra cuestión a tener en cuenta, además de los precios, es el sabor que verduras y frutas tienen fuera de temporada. Por ejemplo, el tomate en agosto o el damasco en julio, no suelen ser tan ricos como en su mejor momento. Esta condición está ligada a que los alimentos se producen y crecen naturalmente, sin requerir el uso de fertilizantes, agrotóxicos o cualquier otro aditivo que pueda modificar su gusto, en un determinado período.
Además, y muy importante, resultan mucho más saludables no solamente para las personas sino también para el medioambiente, ya que de lo contrario habría que tener en cuenta cuánto viajó el producto y el dióxido de carbono que emitió para trasladarse, o todo lo que requirió para estar fresco y conservarse y la energía que se gastó.
Más allá de analizar a la hora de comprar y consumir cuáles son los naturalmente disponibles, otra característica que realzará el sabor del producto, y no así el valor, será optar por los que crezcan en los alrededores.
Cómo comprar en verano
Algunas recomendaciones de cocineros y nutricionistas es que en esta época se haga la compra a diario y por unidad, no semanal, ya que la calidad del producto es más alta, pero la duración más corta.
Por ejemplo, comprar fruta de carozo, como los duraznos, porque el calor las hace buenas y dulces. Comprar, lavar y comer; a más tardar, al día siguiente. Buscar productos que carguen agua y resistan el calor como los melones, las sandías, los mangos, los pepinos y los tomates. Y si llovió mucho, no comprar frutillas, porque crecen en el suelo.
Otras sugerencias sobre la temporada de verano es no comer hojas. Por el contrario, hacer ensaladas de legumbres, por ejemplo, porque es época de cosecha en distintos lugares del país. Que el zapallito tenga la piel tensa y brillante y que la berenjena sea pesada.
La naturaleza es sabia y brinda, por ejemplo, alimentos ricos en agua en verano y alimentos ricos en vitamina C en otoño e invierno; además, a diferencia de los productos conservados en refrigeración, los frescos y de estación tienen sus nutrientes en su máximo potencial.
La oferta en Tandil
Al ser Argentina un país tan extenso, hay algunas variedades que si bien son estivales, el corto sostenimiento de las altas temperaturas en ciudades como Tandil, no acompañan para que el ciclo de algunas frutas como la sandía llegue a completarse con éxito la mayoría de las veces. Así como hay ciudades del norte donde hay algunas frutas o verduras que no llegan a tener un desarrollo óptimo por la carencia de fríos.
En esos casos, la disponibilidad de frutas y verduras que no sean propias del lugar, es real que suceda, por lo que también es prudente elegir aquellas que se sabe que son de la época.
El clima local, de todas maneras, permite abundar en las diferentes temporadas con un abanico muy amplio de posibilidades a la hora de alimentarse. Desde frutas de carozo, cítricos, frutos secos, cereales, oleaginosas, legumbres, verduras de hoja, hortalizas y especias.
Sugerencias de conservación
Verduras de hoja: conviene lavarlas y guardarlas en la heladera dentro de un recipiente con tapa con servilletas de papel intercaladas entre las hojas.
Papas: guardarlas en un lugar sin luz. Fuera de la heladera. Colocar una manzana entre ellas para evitar que crezcan brotes.
Berenjenas: guardarlas en la parte baja de la heladera sin bolsa, no amontonadas y lejos de otras verduras y frutas.
Cebollas: conservarlas en bolsas perforadas, fuera de la heladera y alejadas de las papas.
Apio, brócoli, zanahoria y puerro: para conservarlas por más tiempo guardar en la heladera envueltos en papel aluminio.
Ensaladas: guardar en frascos de vidrios tapados dentro de la heladera, sin condimentar. Duran cuatro o cinco días.
Algunos alimentos de la tierra disponibles por estación
VERANO – PRIMAVERA
Frutas:
Ciruelas, cerezas, damascos, duraznos, frutillas, higos, melones, peras, sandías, uvas, manzanas, peras, banana, palta.
Verduras y Hortalizas:
Acelga, albahaca, berenjenas, cebolla, chauchas, choclo, espárragos, pepino, porotos, morrón, rabanito, tomate, zapallito, calabaza, Apio, Alcaucil, Arvejas, Habas, Lechuga, Perejil, Puerro, Remolacha.
OTOÑO – INVIERNO
Frutas:
Bananas, Bergamotas, Caquis (palo santo), Limones, Mandarina, Manzana, Membrillo, Naranja, Palta, Pomelo.
Verduras y Hortalizas:
Aceitunas, Acelga, Apio, Batata, Berro, Brócoli, Cardo, Cebolla de verdeo, Coliflor, Chaucha, Escarola (lechuga), Hinojo, Puerro, Rábano, Radiccheta (achicoria), Remolacha, Repollo, Repollos de Bruselas, Zanahoria, Zapallo
TODO EL AÑO
Acelga | Apio | Lechuga | Perejil | Cibulette | Rabanito | Remolacha | Zanahoria | Puerro | Espinaca | Rúcula | Repollo | Radicheta | Hinojo | Manzana | Banana | Kale