Algunos países ya anunciaron que aplicarán una “dosis de refuerzo” o tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, a pesar de que está desaconsejado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a que aún muchos países vulnerables continúan desprotegidos mientras las naciones más ricas concentran el stock de vacunas. Por estos lares, Argentina superó esta semana el 23 por ciento de la población con el esquema de inmunidad completo y el 59,3 por ciento con una sola dosis.

Los argumentos que surgen para las terceras dosis tienen que ver con que la eficacia de la vacuna se reduce con el tiempo -aunque, hasta el momento, no hay clara evidencia de que eso suceda pocos meses después de la segunda inyección- y con que no todas las vacunas son iguales.