A Erica Rivas no le pesa ?María Elena Fuseneco?
Por Ana Pérez Porcio
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Los cuatro premios están relacionados con el cine y la televisión. Aún no he conseguido uno con el teatro”, cuenta Erica que comenzó su carrera siendo una adolescente y tuvo que enfrentar a sus padres que la “soñaban psicóloga” para seguir su vocación. En la pantalla grande debutó con una película de Anahí Bernari “Por tu culpa”. Estudió teatro con Lito Cruz, entre otros grandes de la escena nacional.
Es simpática, tiene buena onda y siempre una sonrisa en el rostro. El día que La Vidriera la entrevistó, venía de estar en la picada de “La Ciudad” y de hacer una nota en la radio de El Eco Multimedios; sin embargo, bien dispuesta aceptó seguir hablando de su vida y su carrera.
-¿Dónde se siente más cómoda trabajando?
-Cine, teatro y televisión me parecen interesantes y cada uno tiene su parte buena y no tanto. El teatro implica un aprendizaje más hondo como actriz, pero lo es el cine en otro aspecto con el hecho de que tu película se proyecte en distintos lugares y que se siga viendo a través del tiempo. Y la tele lo mismo, llega a lugares y gente que no se le ocurre o no puede ir a un teatro o al cine. La televisión acerca, sin duda.
-¿Cómo fue la experiencia de filmar con Francis Ford Coppola?
-Rarísima. El es un director que sabe muchísimo de actuación, la experiencia de “Tetro” fue medio extraña porque no sabíamos bien de qué se trataba, no había un guión entero, él iba armando la película a medida que se imaginaba cosas, conociendo Buenos Aires, sus lugares, la gente. Para mí fue una experiencia increíble –desde enterarme que estaba Coppola en la Argentina que no sabía si era Francis Ford o algún otro Coppola (risas)-, estar riéndonos con alguien que tiene otra estatura artística. Sabe mucho de actuación –eso es lo que más rescaté- porque es lo que veo que le falta bastante a los directores de cine. El proponía cosas desde lugares bastante sutiles, ejercicios interesantísimos, que creo que también se los dio el haber estado en el momento en que se armaba el Actor´s Studio y tener amigos de ese estilo y estar empapado de todo ese léxico. Fue muy interesante.
-¿Cómo ve el cine comercial argentino?
-Siento contrariamente a los pensamientos de los productores de cine que dan un paisaje bastante negativo de la situación, que la gente se está acercando más al cine para ver películas argentinas. Eso es algo importantísimo. No sólo cine sino también teatro argentino. Creo que estamos valorizando más nuestra propia cultura y esto no pasaba hace algunos años. Tal vez uno no lo tiene en cuenta porque lo toma como algo que tendría que ser natural, pero no fue siempre así por lo menos desde que tengo memoria… me costaba hasta que mis papás me fueran a ver y ahora van y me cuentan otros acercamientos artísticos hacia la cultura argentina.
-Tal vez no había una cosa de consumir masivamente lo autóctono.
-Claro, y seguramente esto se va a abrir y encuentre su impacto en la plástica, algo como de meterse para adentro y valorizar nuestra cultura. Por otro lado siento que los jóvenes directores de cine, sobre todo las cineastas mujeres que no son muchas, han tenido que batallar muchísimo para llegar al lugar donde están y contar esas historias. Me parece que son momentos donde hay mucho movimiento después del impacto del nuevo cine argentino donde también había mujeres. Los chicos que hacían cine en ese momento pudieron verse reflejados en sus películas empezaron a analizarse y analizar su arte, sus vidas y eso hace que uno vaya siendo mejor director de cine. Me encanta acompañar a los jóvenes directores, Hace poco filmé con Damián Zsifrón una película comercial argentina, “Relatos salvajes” y vi a un chico de mi edad que vivía a la vuelta de mi casa con un montón de producción a su disposición, con un texto maravilloso escrito después de muchos años de elaboración y me da mucha emoción, saber que eso va a llegar a muchos lados y va a estar visto seguramente por muchas personas.
“Casado con hijos”
-¿Cuál es su opinión sobre el Festival de Tandil que intenta acercar a la gente otro tipo de cine?
-Muy bueno y es difícil porque desde la televisión se propone un estilo de historia, de contar la historia que no es acorde a este tipo de cine y en el ejercicio de ver uno amplia la mirada.
-Y tenemos que caer en lo que le dio una popularidad masiva… la María Elena de “Casados con hijos”. ¿Siente que ese personaje la encasilló?
(Se ríe)-Lo viví muy felizmente, para mi fue un proceso de trabajo de una libertad creativa enorme, justamente porque no teníamos rating. En la primera emisión de “Casados con hijos”, nos pasaban de horario porque no nos veía nadie. Y eso nos dio una libertad de no tener la mirada de ciertas personas que creen que las cosas tienen que ser de determinadas manera. Eso hizo que creciera como un yuyo, solo, libre y se hizo así de fuerte también. Lo volvieron a repetir y fue un éxito y lo sigue siendo hasta el día de hoy.
-¿No lo siente como una carga?
-No, absolutamente. Repito, fui muy feliz haciéndolo y me ha dado muchas satisfacciones.
Recibió los siguientes premios
2006 Premio Clarín a la Mejor Actriz de Comedia por “Casados con hijos”.
2006 Martín Fierro a la Mejor Actriz de Reparto en Comedia por “Casados con hijos”.
2006 Premio Centinela a la Mejor Actriz de Opera Prima por “Chile 672”.
2011 Premio Konex a la Mejor Actriz de Cine de la Década.
Sobre el autor
Más de 142 años escribiendo la historia de TandilEste contenido no está abierto a comentarios