A punta de cuchillo, tomó un rehén en la calle, asaltó un local y se llevó 300 pesos
Un curioso asalto, con la toma de un rehén, ocurrió ayer por la tarde en un local comercial de Falucho al 700, y arrojó un botín de aproximadamente 300 pesos.
El episodio sucedió pasadas las 16, cuando dos hombres, de entre 45 y 55 años, ingresaron a un lavadero, aparentemente en situación de clientes, aunque un insólito diálogo desencadenó en el atraco.
?Flaca, nos tenés que ayudar, porque si no nos van a cag? a los dos?, dijo uno. ?Bueno, díganme en qué los puedo ayudar?, contestó la mujer. ?Nos tenés que dar la plata, porque si no éste nos va a matar?, respondió el presunto rehén.
Según el relato de este hombre, el ladrón le pidió dinero en la parada del colectivo, pero como se lo negó lo obligó acompañarlo a una casa de quiniela, que está en la esquina de Falucho y Costa Rica, para cometer un atraco.
Ambos ingresaron al local de juego, pero el a la postre asaltante, finalmente decidió abortar la intención inicial, ya que había mucha gente.
Salieron de la casa de quiniela y al ver a la responsable del lavadero entrar a su comercio, el intimidador le dijo a su secuestrado: ?Vamos a robarle a esa flaca?.
?Creí que era una broma?, manifestó la mujer, Mirta Pita. ?Yo le dije: ?No te creo que me vayas a robar?. Le conté que tenía que pagar el alquiler del local, y que tenía una casa para mantener, y el ladrón me contestó ?yo también??. Entonces le pedí que me mostrara el arma, y ahí sacó apenas el cabo del cuchillo. Yo le dije que eso no era un arma, y ahí sacó un cuchillo grande. Me asusté mucho y el ladrón también se puso más nervioso?, narró.
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El regreso
?Le di lo poco que tenía, aproximadamente 300 pesos?, señaló Pita, al referirse al botín.
Después, el ladrón ?empujó al rehén atrás del mostrador y le advirtió que se tenía que quedar adentro hasta que él se vaya?.
?Ahí este hombre sale y me dice que había otra persona esperando al ladrón en la esquina. Cuando me acerqué a la puerta, no vi a nadie?, agregó la mujer.
Una vez que ambos se fueron, Pita dio aviso a la policía. Y mientras los investigadores le tomaban declaración, ocurrió lo insólito: el presunto rehén volvió a pasar por enfrente del negocio, y ahí mismo fue retenido para dar su versión de los hechos. ?Yo no robé nada?, se excusó, cuando Tomás Piscazzi, hijo de la víctima del atraco, cruzó para que colaborar con los efectivos.
El joven, que escuchó parte de la declaración, indicó que ?este hombre confundía las prendas del ladrón, tal vez por los nervios?.
El dato con el que cuenta la policía es el video de la casa de quiniela, aunque se desconoce cuál es la fidelidad de la imagen y si permitirá identificar fehacientemente el rostro del asaltante.
Pita, que hace unos diez meses trabaja en ese local, aclaró que la zona es tranquila, y más en ese horario, en el que habitualmente ?no anda nadie, y menos ahora con el corte por la repavimentación?. *
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