Agrónomos dieron cierre a su semana capacitando a más de un centenar de aplicadores de agroquímicos
Hugo Inza, presidente del Círculo de Ingenieros Agrónomos de Tandil (CIAT); y Guillermo Martignoni, director de la Escuela Agrotécnica “Ramón Santamarina” y del Instituto Agrotecnológico de Tandil, celebraron la gran convocatoria, no sólo en la capacitación de ayer sino en todas las actividades que se desarrollaron a lo largo de la semana pasada.
En diálogo con El Eco de Tandil, Inza manifestó en el marco de la actividad que se encontraban “realmente muy contentos” porque explicó que era la primera jornada de capacitación que realizaban en un tema “tan importante como es el de buenas prácticas agrícolas con el uso de agroquímicos y realmente estamos satisfechos con la convocatoria, hemos tenido la participación de más de cien personas”.
“Teníamos la suerte de tener dos destacados disertantes, uno es el ingeniero Daniel Leiva que nos ha acompañado desde la ciudad de Pergamino, un especialista en el tema, que nos ha dado la parte teórica, y ahora estamos en la parte práctica sobre una máquina, un equipo pulverizador a cargo del técnico mecánico Osvaldo Figueroa, un coterráneo nuestro, que está brindando conceptos muy importantes”.
Detalló que participaron de la capacitación “gente de Juárez, Ayacucho, Balcarce y Necochea”.
En otro punto, sobre la ordenanza que regula esta actividad en Tandil, especificó que “está promulgada hace ya un par de años y contemplaba la capacitación a cargo del INTA para toda aquella gente vinculada directamente a las máquinas pulverizadoras. Nosotros con el Municipio, el Instituto Agrotecnológico, la Escuela Agrotécnica Ramón Santamarina, el CIAT, y el INTA, hemos organizado la jornada de capacitación, en concordancia con lo que dice la ordenanza”.
Admitió que “estamos muy contentos porque notamos que la gente quiere cumplir con la ley, la misma ordenanza contempla que el Municipio tiene la obligatoriedad de hacer un registro de aplicadores y mucha gente preguntó cómo había que hacer, sobre todo pensando en las zonas conflictivas que tiene la ciudad, en la transición entre la zona urbana y la rural, que es donde se pueden dar los casos de mayor conflicto. Mucho de lo que se habló en las charlas es sobre ese tema, sobre cómo manejar eso con buenas prácticas agrícolas”.
Una positiva
evaluación
Por su parte, el ingeniero Guillermo Martignoni evaluó de manera “muy positiva” la convocatoria de las actividades que se enmarcaron en la Semana de los Ingenieros Agrónomos.
“Fue positiva la integración de distintas instituciones, la gente que ha concurrido a todas las charlas, muy positiva la participación nuestra en distintos aspectos, en menor medida que la Municipalidad y el CIAT, pero sí en este caso que estamos en nuestras instalaciones, dije cuando empezó la charla que ojalá se repitiera de forma permanente porque para eso estamos, para brindar el lugar a la comunidad para que se exprese, se discuta, se hagan cursos de capacitación”, resaltó.
Sobre la capacitación de ayer en particular manifestó que “estamos muy conformes con la gente que vino y creemos que este tema de la aplicación de fitosanitarios es central porque la problemática ya se está haciendo carne en la sociedad, tienen que capacitarse en todo sentido porque muchas de las cuestiones que se hablan, se hablan por falta de conocimiento, y no hay buena comunicación entre lo que debe ser y lo que es”.
“Entonces -remarcó- la gente tiene que capacitarse, los políticos que implementan las leyes tienen que capacitarse, nosotros -los ingenieros agrónomos- nos tenemos que capacitar permanentemente, los aplicadores, es una cuestión de evolución social”.
“Un tema de gran
responsabilidad”
Consultado sobre las posibles consecuencias del mal uso de los fitosanitarios, dijo que “puede haber cuestiones sanitarias humanas, de salud pública, como también problemáticas agronómicas técnicas que perjudican otro cultivo. Es decir, usted se equivoca en el lugar donde aplica y quema el cultivo de un vecino cuando está aplicando herbicida, es un problema económico; si pasa por arriba de una escuela con insecticida provoca un problema de salud pública, es decir, es un tema de gran responsabilidad para no hablarlo con improvisación, hay una figura central en esto que es el ingeniero agrónomo -altamente capacitado- hay una figura central que también es el aplicador y el dueño del campo donde se aplican las cosas”.
Por esta razón, subrayó Martignoni que “lo que hay que hacer es legislar sobre el tema, sobre bases sólidas, el INTA como apoyo tecnológico, y después cumplir las leyes, nada más”.
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