Al pie del monumento de San Martín, se conmemoraron los 164 años de su muerte
Tal como ocurre todos los años, el sábado a las 17 la Asociación Cultural Santamartiniana había entregado la guardia de honor a la Agrupación Criollos de Tandil, efectivos de Fortines del Comando de la Brigada Blindada y Reseros de la Base de Apoyo Logístico Tandil, en el monumento al Libertador. En tanto, a las 12 de ayer se inició formalmente la guardia de honor de las FF.AA.
A partir de las 14 comenzaron a concentrarse al pie del monumento del Padre de la Patria delegaciones escolares, referentes de distintas instituciones, efectivos militares y autoridades municipales encabezadas por el intendente Miguel Lunghi.
En primer lugar, se entonaron las estrofas del Himno Nacional, ejecutado por la Banda de la Primera Brigada Blindada para luego, puntualmente, a las 15, se realizó un minuto de silencio en el momento en que el prócer pasó a la inmortalidad. A continuación, el padre Antonio Pozos realizó una bendición.
Legado
aleccionador
Las palabras alusivas a la ocasión estuvieron a cargo del licenciado Jorge Menéndez, vicepresidente de la Asociación Cultural Sanmartiniana, quien expresó que “hace exactamente 164 años fallecía el general José de San Martín, se apagaba su encarnadura humana pero empezaba a tomar vida su vigente y aleccionador legado”.
“Hoy volvemos la mirada sobre su ideario para nutrirnos de sus convicciones y de su conducta. La gesta sanmartiniana nos recuerda que hubo argentinos que pudieron vencer todos los obstáculos y que con coraje, valor, honradez, inteligencia, se puede servir a la patria dignamente”, manifestó.
Y reflexionó que “el paso del tiempo va generando un crecimiento de su figura, de la proyección continental de su pensamiento y de las enseñanzas que surgen de su accionar político, militar, económico y cultural, en un presente donde abunda la presencia de ídolos con pie de barro, en un presente de firmamento de estrellas fugaces, carente de valores y de compromiso cívico se nos hace indudable reflexionar sobre su figura”, destacó.
Y recalcó la importancia de descubrir “al San Martín hombre, al que encarna valores, al que se supera a sí mismo, al de la coherencia entre su pensamiento y su actos, entre su vida privada y pública, si no nos introducimos en su mundo ético, todas sus grandes hazañas quedarían sin explicación alguna”.
La libertad
“Podemos decir que en el caso de San Martín subyace una lógica invariable, de factor militar subordinado al político y éste al ético. Para él la autoridad, el poder, el gobierno fueron medios para la realización de valores. Fue el realizador de un valor fundamental: la libertad”, subrayó Jorge Menéndez.
A su vez, remarcó que “la grandeza de su accionar fue el haber sido hombre de una causa: la independencia de su patria”.
“Pertenecía a la categoría de los hombres que son capaces de renunciar a los gobiernos antes de traicionar sus propias convicciones, aunque él se definía como un hombre de un destino, creyó más en las instituciones que en el hombre”, sostuvo.
Y subrayó su rol como “inteligente observador de las miserias de la sociedad” y recordó algunas de sus reflexiones al respecto, como “la soberbia es un vicio que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”.
Finalmente, destacó la cualidad del prócer de “sacrificarse por una causa superior” y que “por suerte, los argentinos no debemos ir a buscar modelos extraños porque en su vigente figura está el modelo a seguir, en la sencillez de sus actos civiles, en sus virtudes éticas, en la construcción de los colectivos. Hoy las batallas aguardan en otros terrenos, como el desarrollo, la calidad educativa, los recursos naturales, el resguardo de la soberanía”.
“Si nos predisponemos como sociedad a encarar tales desafíos basados en los principios éticos sanmartinianos nos aguarda un futuro promisorio. Sólo nos resta desafiarnos para saber si somos dignos herederos de su inconmensurable legado”, concluyó.
Por último, se colocaron ofrendas florales al pie del monumento y la Banda de la Primera Brigada Blindada interpretó el Himno al Libertador con la voz de Francisco Castellanos, director del coro Sonares, y por último la Marcha de San Lorenzo. u
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